jueves, 7 de julio de 2011

El arte de negar lo evidente

 - Verdaderamente, yo tampoco veo al sol girar alrededor de la tierra.

  Hace varios meses algunos medios españoles lanzaron un grito al cielo escandalizados con una encuesta realizada: "Más de un tercio de los españoles (34,2%) viven en un universo precopernicano en el que el Sol gira alrededor de la Tierra, según la Encuesta de percepción social de la ciencia y la tecnología en España 2006, encargada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt) y hecha a partir de más de 7.000  entrevistas”. Hubo articulistas que se mostraron aterrados ante lo que consideraban “una ignorancia patológica” de los españoles, ya que ante la cuestión:
A) El Sol gira alrededor de la Tierra. B) Es la Tierra la que gira alrededor del Sol.
Un 34,2% de los españoles encuestados, entre los cuales había incluso universitarios, no daban la respuesta correcta (‘políticamente correcta’ se entiende), la B.

Esos comentaristas tenían motivos para asombrarse, pues cuatro siglos de oscurecimiento de la verdad han sido insuficientes para eliminar el geocentrismo del corazón humano, el cual, como dice Pascal, en ocasiones tiene razones más poderosas que las del intelecto para decantarse hacia lo que uno debe creer. A los heliocentristas y darwinistas les hubiera gustado que el 99,9 % de los españoles contestaran fielmente con sus “respuestas correctas”, cuales son los ‘hechos’ incontrovertibles que ellos pregonan. Pero en contra de lo que muchos creen, el movimiento de la tierra no ha sido nunca probado ni demostrado. En realidad, todos los experimentos que se han venido haciendo desde 1870 para determinar el movimiento de la tierra por Airy, Michelson-Morley, Sagnac, Michelson-Gale, Miller, … han dado como resultado que la tierra se encuentra en reposo absoluto (respecto del baricentro del universo). En los tiempos de la teoría de la relatividad de Albert Einstein se optó por hacer un fraude a la Ciencia, tomando como postulados ciertos “per se” una serie de conjeturas, cuyo objetivo último era dar prioridad a una teoría matemática en la que podía ajustarse ciertos parámetros para que los resultados coincidieran oportunamente con los observacionales, sin reconocer nunca que la tierra está en reposo.       

En definitiva, así se podía seguir considerando a la tierra moviéndose sin haber probado tal cosa por ningún experimento físico. Nunca antes se había cometido en la Ciencia un fraude de tal magnitud, es lo que llaman el “Principio de Copérnico” que se podría enunciar así “La tierra no es un lugar central en nada, y bajo ninguna circunstancia lo será jamás”. Asumir como un hecho innegable que la tierra se mueve tanto como cualquier otro objeto del cosmos, sin haberlo probado nunca, equivale a construir una cosmología sobre fundamentos falsos, además de ser una falacia circular “Es un hecho que la tierra se mueve, por lo tanto es imposible que la tierra se encuentre estática sean los que sean los resultados de los experimentos”.

Vivimos en un mundo en el que se observa girar por el día al sol, y por la noche a las estrellas y luna, por el contrario nosotros no tenemos ninguna sensación de viajar en un planeta móvil y rotante, no sufrimos mareo, la atmósfera está siempre como adherida a la superficie terrestre y no se queda atrás, o la superficie de un líquido contenido en un recipiente no está combada por la rotación de éste. A un nivel superior de          observación, tenemos el éter, que es la base sobre la que se transmite la radiación lumínica. En la teoría del electro-magnetismo de Maxwell, por ejemplo, en la que el éter juega un papel fundamental, resulta que aparece una fuerza electromotriz cuando un conductor se mueve por las inmediaciones de un imán en reposo, y otra distinta si es el imán el que se mueve por las inmediaciones del conductor en reposo, según los experimentos ya realizados por Faraday en 1830. Esto que ya dejó estupefacto a Einstein,  nos indica que hay una forma muy simple de distinguir entre movimientos relativos: los efectos que el movimiento, en cada caso específico, produce sobre la luz que se transmite por el éter.  Siguiendo esta línea llegamos a la conclusión que el geocentrismo no es una teoría cosmológica más, sino la teoría que tiene todas sus hipótesis y argumentos basados simplemente en lo que se observa, en lo que lógicamente hay sin tener que asumir un constructo complementario . Cualquier otra teoría cosmológica necesita imaginar o asumir otro constructo “a posteriori” sin tener un soporte observacional o experimental en el que apoyarse. Así el heliocentrismo recurre al constructo “lo que nosotros observamos es una ilusión, lo real es lo que no observamos”.  Sin darse cuenta que hay un principio de lógica pura que nos permite reconocer algo como una ilusión cuando tenemos una justificación extremadamente sólida para ello, de lo contrario nosotros mismos podríamos ser una ilusión y nuestra sombra la realidad, o disparates por el estilo.
  Es por esta razón que se equivocan los que defienden el paradigma heliocéntrico al exigirnos a nosotros una prueba de que la tierra está en reposo y el sol girando a su alrededor, son ellos los que tienen que comenzar aportando pruebas muy sólidas de lo contrario, algo que lamentablemente no lo han hecho todavía, 375 años después de Copérnico. 



11 comentarios:

  1. Me alegra saber que más de un tercio de los españoles aún crean en la verdad. Me gusta tu valentía por decir la verdad, en un mundo lleno de mentiras. Sigue así!!!

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  2. Hablando del arte de negar lo evidente. No sé si se han fijado en una interesante noticia de este verano. A saber, el descubrimiento del asteroide 2010 TK7

    http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/07/110728_asteroide_troyano_2010tk7_orbita_tierra_jg.shtml

    Aquí tienen más información

    http://www.nasa.gov/mission_pages/WISE/news/wise20110727.html

    Y un resumen en la wiki

    http://es.wikipedia.org/wiki/2010_TK7

    ¿Qué tiene de particular? Pues casi nada, sólo que es el PRIMER asteroide troyano descubierto en la órbita de la Tierra. Existen una infinidad de troyanos en Júpiter, y algunos más en otros planetas, pero no había sido visto ninguno en la Tierra. Ya hay uno.

    ¿Y qué? Pues miren la órbita, si se atreven, claro. Los troyanos están en un punto especial de la órbita, conocido como punto de Lagrange (de hecho son 5 puntos), donde se complementan las fuerzas garvitatorias del Sol y la Tierra.

    ¿Y eso? Pues muy sencillo. Es una nueva confirmación (otra más) del sistema heliocéntrico. El asteroide 2010 TK7 está en la misma órbita que la Tierra. Si consideramos un sistema geocéntrico, ¿alrededor de quien gira este asteroide? No gira alrededor de la Tierra, pues está en punto fijo del cielo respecto a ésta (bueno, con algunas oscilaciones), por lo que estaría en un reposo casi perfecto en esa situación, lo que contradice el que esté sujeto a fuerzas gravitatorias. Y lo peor, si orbita alrededor del Sol, SE CHOCARÍA con la Tierra en una vuelta. Genial, ¿no?.

    Estaría bien que el geocentrismo especial se armara con una buena teoría para explicar el funcionamiento de los troyanos. El problema es que hay que saber matemáticas y física de verdad. ¿Para cuando?

    Saludos y buen verano.

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  3. Alf,

    Primeramente, como sabe los puntos de Lagrange son unos puntos teóricos que se obtienen matemáticamente al realizar el estudio de los “3 cuerpos” (uno de ellos muy pequeño) siguiendo la dinámica clásica de Newton, no por la Relatividad de Einstein, lo cual tiene una importante consecuencia: Si su existencia está ahora absolutamente probada entonces ello muestra que la Relatividad es falsa.

    Por otra parte, de los cinco puntos tenemos que L1, L2 y L3 no dependen de la posición del baricentro del sistema (ver por ejemplo Wikipedia), pero si lo hace L4 y L5 –llamados “puntos troyanos”-que se sitúan en la órbita de M2 (la Tierra según los heliocentristas) formando un ángulo de unos 60 grados y se mueven en sintonía con M2 (el gráfico que aparece en Wikipedia es perfecto). Esto sale de la ecuación matemática de Lagrange y nadie lo discute, pero desde la perspectiva del geocentrismo ya hablamos aquí de la equivalencia entre las órbitas del helio y del geocentrismo tal como pude verse en:
    http://creacinseisdas.blogspot.com/2010/03/equivalencia-entre-el-sistema.html
    Por lo tanto sólo habría que intercambiar las posiciones –y órbitas consiguientes- de M1 y M2, dejando a la tierra fija, todo el resto de las conclusiones son casi idénticas: distancias, ángulos, posiciones… He dicho “casi” porque desde el geocentrismo no habría ese giro de radio ‘b’ de la Tierra sobre el baricentro, o sea, b=0. De cualquier manera las dos situaciones son completamente indistinguibles (‘b’ es indetectable), y por sí mismas no sirven para ratificar ninguno de los dos modelos. Es decir, es falso decir que esto es una prueba del heliocentrismo, si realmente sirviera para probarlo Michelson se hubiera ahorrado muchos dolores de cabeza, y mucho dinero, pues no hubiera necesitado los experimentos de M-M para demostrar el Heliocentrismo que era su única intención. Ese asteroide no se encuentra en L4 sino moviéndose por sus inmediaciones según la imagen de la NASA.

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  4. Estimado JuanC,

    Me alegra que desempolve algunos conocimientos, aunque no es suficiente la wiki, aunque se puede empezar con ella. Necesita algo de mecánica celeste y ecuaciones diferenciales.

    Como debe recordar, aquí la relatividad no juega ningún papel, y la mecánica clásica es suficiente, porque a las velocidades de los objetos orbitales, la diferencia con la relatividad se va a una cantidad despreciable. Debería recordarlo. L existencia del asteroide 2010 TK7 está más que probada, y no contradice en absoluto la relatividad, si bien la aproximación de la mecánica clásica es más que suficiente.

    Efectivamente, si recuerda el problema de los dos cuerpos (repase las e. diferenciales) ya le recordé que de la Ley de la Gravedad, para dos cuerpos, se deducen las leyes de Kepler, que muestran que las órbitas de los planetas (de todos) son elípticas. Es una deducción matemática de la que ya le di un enlace. Allá están las demostraciones.

    Para el problema de tres cuerpos, ya Poincaré demostró que no existen soluciones analíticas, lo cual simplemente dice que no hay una fórmula que represente todos los aspectos, pero se pueden calcular los datos numéricos, y la influencia del tercer cuerpo en general es muy pequeña y vale la aproximación de dos, si bien sabiendo que tarde o temprano podrá aparecer una influencia.

    Eso sí, Lagrange también demostró que, en determinados casos, 5 en concreto, SÍ existe una solución analítica al problema de tres cuerpos, porque las influencias de los dos grandes se complementan y se convierten en una sola. La soluciones son en estos casos, al igual que en el caso de Kepler para dos cuerpos, órbitas elípticas, curiosamente similares en ambos casos. Son los puntos de Lagrange.

    Hasta ahora se habían visto en varios planetas, pero la aparición de uno en la Tierra, nos da pié a resolver un problema.

    Este es que, como Vd dice y es bien conocido, geométricamente el sistema geocéntrico de Tycho es indistinguible del heliocéntrico. Ciertamente, así es. Pero eso es sólo geométricamente, no es así con las fuerzas que ocasionan los movimientos. No hay ningún sistema de fuerzas y energías que las produzcan que justifique el modelo de Tycho, como ya le hice notar en otra ocasión, y Vds nunca lo han presentado.

    Pero, ahora, tenemos una prueba, y geométrica, de que el modelo de Tycho no vale. Así, o bien la Tierra orbita al Sol, o bien el Sol a la Tierra. Eso está claro, una de dos. Pero al aparecer 2010TK7 en acción tenemos un problema. Al estar en un punto de Lagrange, en concreto el L4, COMPARTE su órbita con la Tierra. Si ve en la wiki la ficha de la derecha podrá comprobar la órbita, es una elipse perfecta con sus seis parámetros bien conocidos:
    Longitud del nodo ascendente ( )
    Inclinación de la órbita ( )
    Argumento del periastro ( )
    Semieje mayor de la órbita ( )
    Excentricidad de la órbita ( )
    Anomalía media de la fecha de observación ( )

    (sique)

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  5. (cont)

    Con estos parámetros, como sin duda recordará de la mecánica celeste, que puede recordar aquí

    http://es.wikipedia.org/wiki/Elementos_orbitales

    tenemos una elipse perfecta, que se corresponde con la de la Tierra, si bien con una diferencia, que es que está inclinada en 20 grados con respecto a la eclíptica, cosa que suele suceder en casi todos los troyanos, de hecho por eso Júpiter tiene cientos de ellos, y no sólo 5 como debería ocurrir.

    Esta elipse es la que se obtiene en el sistema heliocéntrico. ¿Y qué obtenemos en el de Tycho?, pues lo que se ve desde la Tierra, el supuesto centro del universo para Vds; y es un objeto moviéndose alocadamente en torno a un punto fijo del cielo, el L4, como un ovni dirigido por un ser demente. Y ahora bien, ¿qué justifica ese estrambótico movimiento? ¿Qué explicación le da Vd? ¿Por qué no se aparta de ese punto?

    Así, en el sistema heliocéntrico, TK7 se mueve en una órbita, por causa de las fuerzas de la gravedad; mientras que en el de Tycho, se mueve alocadamente alrededor de un punto fijo del cielo, por no se sabe que causas.

    Por tanto, tenemos una razón evidente que justifica este nuevo astro recién encontrado, que es un asteroide troyano, compartiendo la órbita elíptica de la Tierra, si bien con una inclinación de20º, con unos parámetros perfectamente coherentes. Y por otra parte, tenemos comportamiento loco. Estoy seguro que, haciendo honor al post, Vd se empeñará en negar lo evidente.

    Un saludo, y buen verano.

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  6. Como resumen para profanos, y como colofón. La existencia de un asteroide troyano 2010 TK7 confirma que el sistema Sol - Tierra - 2010TK7 es un caso del problema de tres cuerpos resuelto por Lagrange, y que por tanto la solución al mismo es que tanto Tierra como TK7 están en una órbita compartida alrededor del Sol.

    De todas formas, esta nueva prueba era innecesaria, pues como ya he comentado, pues el problema de dos cuerpos estaba resuelto desde Newton, aunque fué Laplace quien le dió forma, y ya se sabía que los planetas (todos ellos, icnluido la Tierra) siguen órbitas elípticas en torno al cuerpo mayor debido a la Ley de la Gravedad. Pero ya que siguen empeñados en negar lo evidente, tampoco está mal enseñarles nuevas pruebas.

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  7. Alf,

    Cuando Vd dice que “No hay ningún sistema de fuerzas y energías que justifique el modelo de Tycho” (el modelo Neotychoano supongo) creo que está confundiendo varios conceptos, pero principalmente el siguiente:

    Me parece que Vd piensa que la fórmula de Newton F = G M.m/r^2 es una fórmula Heliocentrista, cuando en realidad es una relación experimental, de tipo dimensional que únicamente expresa que la intensidad de la fuerza es directamente proporcional a la masa e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia. Una teoría de Gravitación debe amoldarse a tal relación, por ejemplo, la fuerza de “atracción mística” de Newton lo hace ajustando experimentalmente la constante G (se suele llamar ‘mística’ o ‘misteriosa’ porque para Newton era misteriosa la naturaleza de esta fuerza). El geocentrismo en cambio utiliza la antigua teoría de gravitación de LeSage, que la estaban desarrollando los mejores físicos de comienzos del siglo XX, justo cuando llegó Einstein y dijo “señores no existe el éter” y todo se paró. Porque esta gravitación lesageana se basa en las propiedades íntimas del éter y tiene una naturaleza de tipo empuje por presión del éter, es decir, un cuerpo M al estar imbuido en el éter produce un campo vectorial a su alrededor, porque distorsiona la homogeneidad del éter; y ahora otra masa pequeña m se ve empujada por el éter de su entorno con una fuerza de F = G M.m/r^2.

    Pero obviamente la masa de los cuerpos será “masa lesageana” ligeramente distinta de la newtoniana, pues, a diferencia de ésta, depende de la forma del cuerpo, según una especie de ‘éterodinámica’, lo cual está científicamente comprobado, ya que en el vacío no caen los cuerpos de igual masa al mismo tiempo. Los de forma esférica, p. ej., llegan al suelo con más rapidez, cosa que no tiene explicación para la gravitación atractiva mística.

    El físico Robert Bennett está desarrollando sistemáticamente una teoría del éter, de acuerdo a los experimentos más recientes, puede verlo en:

    http://alfachallenge.blogspot.com/

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  8. Alf,

    Vd dijo que el descubrimiento del asteroide 2010 TK7 en las inmediaciones de L4 es una nueva confirmación (otra más) del sistema heliocéntrico. Aunque lo de ese asteroide fuera una prueba del heliocentrismo (que no lo es), dígame por favor… Se lo ruego, que me indique alguna de esas “otras confirmaciones” del heliocentrismo que Vd asegura conocer (pero que no sea la del “péndulo de Foucault” que es más falsa que el beso de Judas).

    Siguiendo con los asteroides troyanos, la imagen del asteroide 2010 TK7 de la NASA es muy espectacular e induce a la confusión. En realidad no es más que una imagen producida por ordenador, es decir, es una falsa imagen pues la trayectoria de tal asteroide no puede ser rastreada con esa exactitud ni por lo más remoto. Además hay que tener en cuenta que los puntos de Lagrange son más problemáticos de lo que piensa, y son especialmente problemáticos para el Heliocentrismo y la gravitación atractiva mística. La mecánica de Newton deduce los puntos de Lagrange L1, L2 como “el lugar donde la fuerza centrípeta debido a la masa M se ve contrarrestada por la fuerza centrífuga procedente del satélite orbitando con la Tierra alrededor del Sol. Pero como la Tierra hipotéticamente se mueve en una órbita elíptica, entonces esas fuerzas sólo se contrarrestarían momentáneamente cuando la Tierra estuviera en el perihelio y en el afelio. Por tanto L1 y L2 no pueden existir, algunas wbs como la de la Agencia Espacial Europea ‘solucionan’ ese inconveniente haciendo las órbitas circulares (verlo en http://www.esa.int/esaSC/SEMM17XJD1E_index_0.html), y en muchas webs hacen la misma trampa (?). ¿O es que para que existan esos puntos hay que desprenderse de las leyes de la mecánica de Kepler/Newton?.

    Segundo, y esto afecta principalmente a L4 y L5 (los troyanos), para el sistema Sol-Tierra las posiciones de estos dos puntos es de 60 grados y poquísimo más (Wikipedia solo da el dato teóricos del sistema Tierra-Luna: 60º 18’). Y puesto que según la Cosmología estándar, el sol se está moviendo por la galaxia a velocidad de 600 km/s, entonces para calcular la posición real de un astro con precisión habría que tener en cuenta la aberración de la luz, además están también las interacciones con otros planetas, o la irregularidad de las órbitas. En definitiva, sólo puede conocerse que L4 se encuentra hacia los 60º desde el sol y hacia los 60º desde la Tierra, por tanto, no es posible extraer ninguna conclusión definitiva (no dogmática) sobre la posición del baricentro del sistema solar. O sea, los puntos de Lagrange no son en nada prueba del heliocentrismo.

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  9. JuanC

    Dice:

    “En realidad no es más que una imagen producida por ordenador, es decir, es una falsa imagen pues la trayectoria de tal asteroide no puede ser rastreada con esa exactitud ni por lo más remoto”.

    Consuélese con eso, si quiere. La ciencia “oficial” tiene a gala no hacer afirmaciones gratuitas, no como otros.

    Aquí tiene la página del programa NEO de la NASA.

    http://neo.jpl.nasa.gov/news/news173.html

    Efectivamente, la mayor parte de los datos actuales son simulaciones todavía, porque lleva menos de un año en observación, aunque hay los suficientes para calcular la órbita con percisión. Pero no se preocupe, los datos de mediciones tendrán la misma exactitud, o incluso mejor, pues está más cerca, que por ejemplo el troyano Aquiles, uno de los primeros. Aquí puede obtenerlos, si le da al botón de generar efemérides.

    http://ssd.jpl.nasa.gov/horizons.cgi?find_body=1&body_group=sb&sstr=588

    Por cierto, le aconsejo que siga las páginas oficiales de la NASA para obtener datos si quiere tener un mínimo de verosimilitud en sus afirmaciones, aunque sé que eso no le preocupa.

    Respecto a sus afirmaciones sin sentido sobre los puntos de Lagrange, creo que no se ha documentado como es debido. Vamos, a un profesor de matemáticas no deberían asustarle las ecuaciones diferenciales. Y los puntos de Lagrange no son “el lugar donde la fuerza centrípeta debido a la masa M se ve contrarrestada por la fuerza centrífuga procedente del satélite orbitando con la Tierra alrededor del Sol”.

    Aquí le pongo algo más facilito.

    http://personales.ya.com/casanchi/ast/atroyanos.htm

    Si le interesa, al final, tiene una buena guía de bibliografía. Si no le gustan porque pertenecen a una antigua editorial soviética, en general le puede valer cualquier tratado de mecánica celeste.

    Sobre “L1 y L2 no pueden existir”.

    Pero hombre, ¿Cómo se atreve a decir esto? Según Vd, entonces las sondas SOHO y Génesis que ambas están en órbita precisamente en el punto L1 ¿no existen?

    http://en.wikipedia.org/wiki/Solar_and_Heliospheric_Observatory

    http://en.wikipedia.org/wiki/Genesis_%28spacecraft%29

    Sinceramente, le creía mejor informado.

    Un saludo, con esto creo que ya tenemos suficiente.

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  10. Alf, sistemas equivalentes permiten describir el mismo hecho en modos distintos.
    Planteamientos geométricos pueden tener varias soluciones, por muy vistozo traje de ec. diferenciales que se le quiera poner.
    ¿Todavía no has superado eso?

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  11. Alf,
    No he publicado tus conclusiones finales sobre los puntos L porque primero publicaré un resumen mío sobre estos puntos desde la perspectiva del geocentrismo, y lo haré en un post (mañana Dios mediante). Allí podréis replicar si es vuestro deseo. Buenas Noches.

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