jueves, 13 de septiembre de 2012

Datos interesantes procedentes de Mercurio

Mrecurio

 Con las últimas noticias de la llegada de un complejo robot a Marte y sus espectaculares fotografías desde su superficie, ya casi nadie se acuerda de que hace bien poco, en 2011, la sonda espacial “Messenger”  ha sido el primer artefacto humano que ha logrado colocarse en órbita del planeta Mercurio y desde entonces no ha dejado de enviar a la tierra datos importantísimos sobre la naturaleza de este planeta cercano al sol, algunos de los cuales han dejado estupefactos a los científicos evolucionistas de la NASA y de la Johns Hopkins University, principales implicados en la investigación.  Poco se comenta estos hallazgos porque no son los que ellos esperaban encontrar.
  Mercurio, al estar tan cercano al sol, es un planeta sometido a un fortísimo calentamiento, así como a un continuo bombardeo de micrometeoritos, condiciones extremas de radiación y viento solar,… de tal manera que los evolucionistas habían anticipado que este planeta era como una especie de bola de ceniza carbonizada.  Pero algo muy distinto es lo que ahora se empieza a descubrir.
 
  *  Oquedades azules

  A lo largo de muchos kilómetros, la superficie de Mercurio aparece salpicada de erupciones de formas irregulares, que no son de origen volcánico sino procedentes de diversas emisiones,  algunas de ellas son brillantes,  con halos azulados, que los científicos han dado el nombre de ‘huecos azules’ (“Blue hollows”), y que tienen toda la apariencia de ser muy recientes pues no llevan incorporados las marcas de cráteres de impacto. Los científicos piensan que esos huecos se forman por la fragmentación de la superficie allí donde se escapan de las rocas materiales volátiles (sustancias vaporizadas).  Los huecos más brillantes se encuentran todavía activos emitiendo vapores, mientras que los opacos parece que han extinguido ya su volatilidad. El análisis de las imágenes y una estimación de la velocidad a la que las oquedades pueden estar creciendo lleva a la conclusión que alguna de ellas, las más brillantes, se están formando todavía hoy1.
Ver imagen de la NASA en alta resolución:
 Estos huecos azules aparecen tanto sobre la planta interna, como en el pico central, o sobre la terraza de los cráteres.  Los impactos de meteoritos generan un intenso calor sobre la región afectada lo que produce la fusión de las rocas de la sub-superficie,  lo que se propaga por sus inmediaciones formando una banda de roca fundida en la región del cráter. Dentro de esta banda las substancias volátiles se separarían en sus distintos componentes, y finalmente aflorarían al exterior formando huecos azules2.
La presencia de depósitos volátiles activos significa que los cráteres de impacto no pueden tener una edad de millones de años, porque su actividad ya debería haber finalizado hace eones, es esto lo que ha dejado perplejos a los científicos evolucionistas.
*  Campo magnético
Entre los años 1974-75 la sonda espacial Mariner X ya había detectado un campo magnético en Mercurio, lo cual dejó en entredicho lo defendido por los evolucionistas, pues para ellos si un pequeño planeta como Mercurio tuviera millones de años entonces no debería manifestar campo magnético.   Y para ellos fue también un asombro cuando en 2011 la Messenger midió la intensidad de este campo magnético y se comprobó que había decrecido en un 7,8 % respecto al medido en 19753. Un decremento verdaderamente espectacular,  y de cualquier manera que se contemple esto convierte en imposible una edad de millones de años para Mercurio.
*  Composición química.
Para las teorías sobre la formación planetaria que hacen los evolucionistas en el planeta Mercurio los elementos que se vaporizan fácilmente (como el H, O, C y S) así como sus compuestos, los hidrocarburos, deberían ser muy escasos o completamente ausentes, pues su cercanía al sol los hace desvanecer con suma facilidad. Sin embargo, la Messenger ha detectado estos materiales en cantidades enormes, proporcionalmente tanto como 10 veces (o quizás hasta 20 veces) lo que hay presente en la Tierra.
  Así que todas las teorías sobre la formación de Mercurio se les han venido abajo. Ya no sirven las teorías del impacto, ni las de la condensación lenta, etc. La mayoría de ideas preconcebidas sobre la química de Mercurio son inconsistentes con los datos encontrados recientemente en el planeta. Sin embargo, la presencia de material remanente volátil en un planeta caliente no presenta ningún tipo de dificultad para un sistema solar de 6000 años de edad.
*  Depósitos de hielo.
    Desde hace tiempo los científicos se han venido preguntando si unas curiosas placas cerca de los polos de Mercurio, que reflejan brillantemente las señales de radar, son verdaderamente depósitos de agua congelada.  Estas marcas brillantes ya se habían detectado hace décadas utilizando radiotelescopios gigantes desde la tierra, así que la expectación era máxima. Cuando la Messenger rastreó a fondo la superficie de Mercurio, se observó que las placas brillantes correspondían a áreas de permanente sombra alrededor de los cráteres, lo cual reforzaba la hipótesis del agua congelada. Y además cuando se analizó la composición de esas placas con el espectrómetro de neutrones abordo del Messenger se detectó la presencia de hidrógeno4,  con lo que queda casi confirmado que estén formadas de agua helada.
 Puede verse una fotografía de estas marcas brillantes en:
Pero sería lógico pensar que incluso las porciones de suelo de los cráteres en permanente sombra reciben algo de luz y calor reflejada de sus paredes, entonces surge la cuestión de cómo es posible que el hielo congelado permanezca en este estado durante tanto tiempo en condiciones tan adversas.  Son tres los factores que afectan a la retención del agua en un cráter:  I) Su cercanía al polo; II) Su tamaño; III)  La presencia de algo que cubra el hielo. En el caso de Mercurio, los depósitos de hielo aparecen incluso en pequeños cráteres de menos de 10 km de sección, así como en cráteres tan distantes del polo como la latitud 67º (¡a un cuarto del ecuador!).  Es cierto que muchos de los depósitos de hielo se hallan cubiertos de material opaco, sin embargo se trata de hidrocarburos asimismo volátiles.  Según los científicos5, los cráteres pequeños (75º) conteniendo esos depósitos brillantes al radar se encuentran desafiando al ambiente térmico, es decir, incluso estando a la sombra y con una banda aislante encima es dificil su pervivencia durante un año, entonces imaginad lo que pued suponer su existencia durante millones de años en un planeta cuyas temperaturas diurnas son capaces de fundir al plomo.
  En resumidas cuentas, los datos que se están recibiendo de Mercurio no están en conformidad con las teorías evolucionistas y con las hipótesis de formación planetaria que se explican en los libros de texto. La suposición de un sistema solar muy joven es más consistente con esos datos.


NOTAS:

1. Mercury not like others planets, Messenger finds, Carnegie Institution for Science.

2. Vaughan, W.M. et al. Hollow-forming layers in impact craters on Mercury: massive sulphide or chloride deposits formed by impact melt differentiation?. 43rd LPSC.

3. Humphreys, R., Mercury magnetic field is fading fast –latest data confirm evidence for a young solar system. Creation 26(4):36-39, 2004.

4. Lawrence, D.J. et al., Hydrogen at Mercury’s north pole ? Update on Messenger neutron measurements, 43rd LPSC.
5. Chabot, N.L. et al. Craters hosting radar-bright deposits in Mercury’s north polar region. 43rd LPSC.
Más información sobre las anomalías de Mercurio se puede encontrar en:
*  creation.com/mercury
En cuya información se basa el presente post.