Galileo estableció su hipótesis de las mareas en
1595, cuando tenía 30 años. Esta sería una de las ‘pruebas’ del heliocentrismo,
todas ellas erróneas, que presentaría ante el Tribunal de la Inquisición.
Algunos dicen que a Galileo se le ocurrió esta idea cuando iba hacia Venecia en
una barcaza transportando un depósito lleno de agua potable. Galileo habría observado que el agua del
depósito se desbordaba por el borde del depósito cuando variaba la velocidad o
dirección de la barcaza. A cada
aceleración de la barcaza, el nivel de la superficie del agua se elevaba hacia
la proa, para seguidamente retroceder hacia atrás, haciendo este flujo-reflujo
varias veces, cada vez con menos intensidad.