domingo, 28 de febrero de 2010

El Diseño Inteligente: ¿Por qué es importante?

En el Creacionismo católico se considera al Diseño Inteligente, no como una teoría, sino como un principio, pues es una obviedad que Dios ha creado sabiamente cielos y tierra. Este principio puede ser enunciado así:

«El Universo ha sido diseñado inteligentemente (por Dios Uno y Trino) con el fin de que lo habite el hombre»
Hay quien no coloca en la definición las cinco palabras del interior del paréntesis, en un intento de que ésta pueda ser aceptada ilimitadamente por creyentes de otras religiones e incluso ateos. Con este sentido restringido, el diseñador podría ser Dios, un pandemonium, etc. Además suele ser considerado como una teoría, muy sólida, eso sí, pero con la finalidad de aportar evidencias válidas para el materialismo. Hoy coloco aquí un artículo de Jay Richards [1] sobre el Diseño Inteligente. Me he tomado la libertad (además de traducirlo del inglés) de eliminar del título la palabra 'teoría' que, al estar en combinación de "Diseño Inteligente", no me suena bien a los oídos.
Autor del artículo: Jay Richards
 En esta época científica en que vivimos, es imposible poner en cuarentena las cuestiones de la ciencia. Inevitablemente todas ellas llegan a infiltrarse en otros dominios culturales. De manera que deberíamos estar atentos a todo lo que los científicos nos dicen. En ocasiones, algo que alcanza gran trascendencia.
Por ejemplo, en The Meaning of Evolution, George Gaylord Simpson incide en que el dogma "oficial" de la corporación científica contemporánea es que: «El hombre es el resultado de un proceso natural y sin-propósito que no lo tiene a él en mente». Esta cuestión tan fundamental contrasta con la sabiduría científica de la antigüedad, que mantenía que el hombre había sido diseñado por un ser inteligente, un hecho que le dotaba tanto de su responsabilidad moral como de su libertad.

Darwin y el punto de vista materialista de la realidad.

Entonces ¿ qué es lo que cambió ?. Mientras que la mayoría de hechos históricos tienen múltiples causas, el teórico acoplamiento de la selección natural de Charles Darwin con las variaciones fortuitas aportan la energía necesaria para eliminar el concepto de diseño de las ciencias biológicas. No fue el concepto de un antepasado común universal o la modesta afirmación de que la selección natural explica algunas cosas. La teoría de Darwin era revolucionaria porque anulaba de la biología el concepto de diseño inteligente, confinándolo a un ghetto teológico marginal. Por primera vez, aparecía una explicación materialista plausible para todos esos mecanismos biológicos ingeniosos -- el cerebro y el ojo, la digestión y la circulación, las plumas y las aletas. Otros extenderían la condena del diseño inteligente a otros ámbitos para incluir el origen de la vida, y el mismo universo. Con la ayuda de intelectuales tales como Marx y Freud, nos fuimos quedando con una visión de los humanos como meros animales o máquinas que habitan un universo gobernado por el azar, y cuya conducta y pensamientos están determinados por las fuerzas inmutables e impersonales de la naturaleza y el entorno. Esta interpretación materialista de la realidad lentamente ha ido invadiendo cada aspecto de nuestra cultura. Como Daniel Dennet dice en su libro Darwin's Dangerous Idea:« La idea de Darwin había nacido como una respuesta a cuestiones de biología. Pero amenazó con filtrarse, ofreciendo respuestas, bienvenidas o no, a cuestiones de cosmología, en dirección hacia el Big Bang o hacia la psicología, o en cualquier otra dirección, para explicar la mente y el espíritu humano.... De esta manera la idea de Darwin también amenazó en extenderse aún más, disolviendo la ilusión de nuestra propia autoestima, nuestra propia chispa divina de creatividad y comprensión».


Algunos llegaron a comprender esta implicación desde muy temprano, incluyendo los autores de textos de criminología publicados en los años 1930: «El Hombre no es más responsable por el cometimiento deliberado de un crimen que una flor que se transforma en roja y se fragmenta. En ambos casos los productos finales se encuentran predeterminados por la naturaleza del protoplasma y el azar de las circunstancias».

Un mundo de algo más que salpicados de protoplasma.
Este esquema materialista disuelve nuestro sentido de responsabilidad para nuestros propios actos así como el marco ético que da consistencia a nuestras leyes. De acuerdo con esto, los materialistas definen cualquier alusión al derecho y al bien como meras palabras para el deseo de poder. El filósofo de política Jay Budziszewski ha declarado recientemente que la lógica materialista incluso ha encontrado el camino para introducirse en la Corte Suprema. Mientras que los padres fundadores basaron nuestro sistema legal «en las leyes de la naturaleza y en la naturaleza de Dios», la corte actual ha declarado que los americanos tienen un «derecho constitucional a definir el propio concepto de existencia del individuo, del significado del universo y del misterio de la vida humana» (Planned Parenthood vs. Casey, 1992). Esto puede sonar algo así como a tolerancia loable, sin embargo no aporta ninguna enseñanza legal que pueda llegar a funcionar fuera de las implicaciones relativistas de tal principio. Por contra es muy desalentador, ¿ pero qué podemos hacer ?. Los materialistas parecen disfrutar de la confirmación del más firme conocimiento científico. Quizás debamos concluir que las enseñanzas de Darwin, como dijo Nietzsche, son "ciertas pero mortales". Claramente las enseñanzas de Darwin son mortales, ¿ pero son realmente ciertas en su aplicación más amplia ?.


Durante décadas, los científicos han estado acumulando pruebas que contradicen tanto la teoría de Darwin como la gran aureola materialista que normalmente la acompaña. Muchos físicos y cosmólogos ahora reconocen que el universo tuvo un comienzo y que muchas leyes físicas parecen "precisamente ajustadas" sospechosamente para la existencia de vida inteligente. Además, los bioquímicos y biólogos han descubierto todo un mundo microscópico de sorprendente complejidad contradiciendo las simples salpicaduras de protoplasma imaginadas por Darwin. Y por si fuera poco, ahora conocemos que el ADN que especifica toda la vida es como un rico lenguaje de información. En el interior de cada célula humana se asienta una pequeña madeja de ADN codificado de un milímetro de diámetro, que si se desenrollara alcanzaría una longitud de un metro. En su libro Darwin's Black Box [2], el bioquímico Michael Behe aporta argumentos para explicar que muchos sistemas son "complejos irreductiblemente", lo que significa que sus partes individuales deben ir esencialmente juntas. Si la más simple parte se elimina, el sistema se convierte en no operativo. Estas son precisamente la clase de cosas producidas por los agentes inteligentes y eso la teoría de Darwin no lo puede explicar.


No es sorprendente, pues, que Behe y otros "teóricos del diseño inteligente" defiendan el concepto de diseño inteligente como la mejor explicación para estos fenómenos. Después de todo, sólo la amnesia colectiva nos previene de observar que un programa requiere un programador. Mi colega del Discovery Institute[1], Phil Gold expresa esto muy graciosamente: "Einstein dijo que Dios no juega a los dados con el universo. Tenía razón. Dios juega al Scrabble".


Entre Religión y Darwinismo.


¿ Pero esto no nos conduce hacia el dominio de la religión ?. Mientras que el DI ciertamente evoca cuestiones religiosas, la teoría del diseño inteligente no es religión avanzando dentro de la jurisdicción de la ciencia. Nosotros ahora disponemos de un método científico fidedigno, formalizado por el matemático y filósofo William Dembski (en The Design Inference, Cambridge University Press, 1998)[3], para detectar objetos diseñados y distinguirlos de los productos fortuitos del azar y leyes impersonales. Los científicos ya utilizan la inferencia del diseño intuitivamente en campos tales como la criptografia, arqueología y la medicina forense. Cuando se aplica a las leyes finamente ajustadas de la naturaleza, las secuencias de ADN y los sistemas bioquímicos complejos irreductiblemente de Behe, la conclusión clara es que han sido diseñados inteligentemente. No es nada sorprendente que estos asuntos estén provocando un fiero debate. Muchos guardianes de la ortodoxia científica paradigmática están lanzando calumnias para prevenir que estos nuevos enfoques puedan llegar a ser extendidos, e incluso están amenazando la libertad de los científicos para impedir que sigan el rastro de las evidencias. Su furor es comprensible, ya que ellos se dan cuenta que el diseño inteligente en las ciencias naturales, como el materialismo científico, podría llegar a tener consecuencias sociales profundas. Ya la ciencia no podría asegurar por más tiempo un enfoque materialista del mundo, en que los seres humanos no son ni explicables ni responsables. Lo que el Darwinismo y el materialismo científico han desmantelado, la teoría del diseño inteligente podría ayudar a restaurar.
NOTAS:



[1] Jay Richards es un profesor permanente del Discovery Institute’s Center for the Renewal of Science and Culture in Seattle. Para más información sobre el Diseño Inteligente, se puede visitar su web en, http://www.discovery.org/
[2] Puede leerse una reseña del articulo en, http://www.euskalnet.net/jcgorost/creacionismo/dbajom.htm
[3] Puede leerse una entrevista a ... en, http://rsanzcarrera.wordpress.com/2007/10/08/william-dembski-el-principal-teorico-del-%E2%80%9Cdiseno-inteligente%E2%80%9D/


jueves, 25 de febrero de 2010

Geocentrifóbia

En contra de lo que muchos piensan, la Astronomía no ha probado nunca el sistema de Copérnico (el sistema heliocéntrico), y obviamente el geocentrismo no ha podido ser formalmente refutado. Es más, con los datos astronómicos conocidos hoy, tenemos suficientes evidencias como para defender el geocentrismo (según el sistema de Tycho adecuadamente modificado, conocido como "Neo-Tychoano")[1]. El paradigma cosmológico actual ha ideado modelos, basados en multitud de conjeturas sin ninguna demostración, y al parecer, con el único objetivo que los datos observables se contrapongan al geocentrismo. Todo parece como si la ciencia actual se edificara con la condición prioritaria de oponerse al geocentrismo.

La puesta de largo del Heliocentrismo es una historia que sirve de bandera para entender la conducta posterior de este paradigma. Kepler tomó los datos astronómicos que minuciosamente había estado elaborando Tycho Brahe que defendía el geocentrismo, y modificó el sistema heliocéntrico de Copérnico, colocando órbitas elípticas en lugar de circulares, para que le funcionasen sus tres famosas leyes. Y así el sistema concordaba más o menos con los datos. Después llegaría Isaac Newton que establecería la ley de la gravitación en 1685, y gracias a la autoridad de este sabio inglés, el modelo heliocéntrico recibió su bautismo definitivo. Lo que nadie cuenta, en esta triste historia del retroceso de la Ciencia[2], es que con el sistema geocéntrico de Tycho igualmente modificado, con órbitas elípticas en lugar de circulares, éste también concuerda con los datos, con igual precisión, sólo que con mayores ventajas que el heliocéntrico. A partir del año 1685, el geocentrismo no sólo quedó en el reino del olvido, sino que se edificaron ciencias (como la Cosmología, la Astrofísica, ...) para que ya no surgiera jamás de ahí. Conocidos este antecedente de la geocentrifóbia, el lector debería estar avisado del peligro que tiene las conjeturas asumidas como dogmas por la Cosmología. Hagamos un repaso de algunas de ellas.

A. Isotropía. El universo aparece siendo el mismo en cualquier dirección que se le observe, y desde cualquier lugar de observación.

B. Homogeneidad. La constitución del universo es más o menos la misma en cada lugar de él.

 Esos dos puntos juntos forman el llamado "Principio Cosmológico", primeramente definido por Hermann Bondi: «A larga escala el universo es básicamente el mismo en todas partes». Que sea un "principio" significa que básicamente todos los astrónomos, astrofísicos, cosmólogos ... lo van a asumir como cierto per se, y que las teorías contrarias serán rechazadas fulminantemente. Un principio para tener categoría de "principio" debería ser evidente para todos, comprobado un sin fin número de veces, jamás refutado, etc. , algo así como el principio de la causalidad: «Toda causa tiene un efecto». Es lógico, entonces, preguntarnos: ¿Qué evidencias hay para el Principio Cosmológico?. Con asombro comprobamos que se suele indicar una única evidencia, de un carácter más bien emocional.

 «La isotropía observada en la radiación Cosmic Microwave Background (CMB)[3], combinada con el principio de Copérnico». Este último señala que la Tierra no es un lugar central; más modernamente se define: «Los humanos no nos encontramos en un lugar privilegiado del universo». Stephen Hawking (en "Una Breve Historia del Tiempo") se apresura a ratificar este principio diciendo: «Parecería que si observamos todas las galaxias alejándose de nosotros, es porque nos encontramos en el centro del universo. Hay, sin embargo, una explicación alternativa: el universo debería parecer el mismo en cualquier dirección, o también en cualquier otra galaxia. No tenemos ninguna prueba científica, ni a favor ni en contra de ello. Pero creemos en ello, en base a la modestia: es mucho más aceptable si el universo parece el mismo en cada dirección en torno nuestro, que no estar emplazados en un lugar superespecial del universo». En una palabra, Hawking dice que es más modesto pensar que no estamos en el centro del universo, pero al menos reconoce sucintamente que "estar en el centro del universo" es otra posibilidad, aunque inmodesta.

Otra conjetura es la naturaleza del redshift. De los datos obtenidos por Edwin Hubble en 1929, sobre el "desplazamiento hacia el rojo" de la luz de las galaxias más lejanas, podían hacerse dos interpretaciones igualmente válidas, (a) la expansión del universo, y (b) por efectos gravitacionales al atravesar la luz largas distancias. El paradigma del Big Bang escogió obviamente el primero. En 1978, un afamado cosmólogo, George Ellis, envió un artículo a la revista Nature, en el que defendía la segunda interpretación y, además, llegaba a la conclusión que la Tierra sí se encontraba en un lugar privilegiado. En palabras del propio Ellis, comentando su propio artículo: «Necesitamos ser conscientes de que hay un rango de modelos que pueden explicar las observaciones astrofísicas... Por ejemplo, yo puedo imaginar un universo esférico simétrico con la Tierra en su centro, y nadie puede refutarlo basándose en las observaciones... Alguien puede excluirlo en base sólo a argumentos filosóficos... Lo que yo quiero dejar claro es el hecho de que estamos utilizando criterios filosóficos para elegir nuestros modelos. En la cosmología se intenta ocultar esto»[4]. Yo hubiera utilizado, en lugar de "argumentos filosóficos", la expresión "argumentos ideológicos", porque la filosofía, bien entendida, está en el lugar más alto de la ciencia.

Paul Davies, editor de Nature, colocó en la portada de su revista una pequeña reseña al artículo de George Ellis. Antes de continuar, veamos si los lectores de este blog adivinan el titular de esta reseña. Quizás sería algo como «Una nueva interpretación del redshift de las galaxias» ? ... o quizás algo como: «Un novedoso modelo cosmológico soporta la centralidad de la Tierra»... Pues nada, ningún lector se aproximará al titular[5] de Nature, pues fue éste, «Cosmic Heresy?». Siguiendo con este juego de adivinación, cuando Marcus Chown descubrió que los datos de la sonda WMAP indicaban el alineamiento aparente de la radiación CMB y nuestra eclíptica, ¿cuál pensáis que fué el titular de su artículo?... quizás «La CMB se halla alineada con la Tierra». No. ¿Quizás este otro... «Aparente Correlación entre la CMB y el Sistema Solar»?. Tampoco. En realidad, Chown tituló su artículo así: «Axis of Evil Warps Cosmic Background»[6]. Y finalmente, aunque se podrían poner aquí mil ejemplos más, adivinad qué escribió Edwin Hubble cuándo realizó el asombroso descubrimiento de los redshifts de las galaxias lejanas, que era tal como si todas las galaxias se alejaran de nosotros... quizás escribió «Podemos estar en el centro». No. O quizás más cauto escribió «podríamos estar en la posición privilegiada, aunque puede haber una explicación alternativa». Tampoco. En realidad escribió[7]: «...Tal condición podría implicar que nosotros estamos ocupando una posición única en el universo, análogo, en algún sentido, al antiguo concepto de una Tierra central ..., No se puede demostrar la falsedad de esta hipótesis, pero es rechazable y únicamente podría ser aceptada como último recurso... Así que nosotros desdeñamos esa posibilidad... la posición rechazable de una localización privilegiada debe ser evitada a toda costa... tal posición favorecida es intolerable... De esta manera, con la intención de restaurar la homogeneidad, y escapar del horror de una posición única... (el universo) debe ser compensado por una curvatura espacial».

NOTAS:

1. Los principales valedores de este sistema son los científicos católicos Dr. Robert Sungenis y Dr. Robert Bennett, en la Catholic Apologetics International.

2. La excepción es Fred Hoyle, en Astronomia.
3. Cosmic Microwave Background, o sea, la radiación "Cósmica de Fondo en Microondas", es una radiación llenando todo el universo, con una temperatura de 2,275 grados Kelvin. Su naturaleza es hoy discutida, pero para el paradigma del Big Bang es indiscutible, se trata del residuo de esta explosión cósmica.
4. George Ellis, en Scientific American, "Thinking Globally, Acting Universally", October 1995
5. Cosmic Heresy?. Nature, 273:336, 1978.
6. Marcus Chown, Axis of Evil Warps Cosmic Background, New Scientist, October 22, 2005. En español "Los Ejes del Mal distorsionan la CMB"
7. Edwin Hubble, The Observational Approach to Cosmology.

domingo, 21 de febrero de 2010

La aberración estelar no prueba el movimiento terrestre


Este fenómeno físico de la aberración estelar es similar al de un hombre con un paraguas abierto ante la lluvia que cae con una velocidad 'c', imaginémosla vertical a la superficie (Fig. 1), si ahora el hombre se desplaza con velocidad v, entonces el paraguas, que inicialmente lo tenía en dirección de la vertical, deberá ser inclinado un ángulo α para no mojarse. Este ángulo depende de -v+c (suma de los dos vectores velocidad) [1]. En concreto, es fácil comprobar que:


α = arc tan v/c

Este efecto, lo encontró en 1728 el físico James Bradley en las estrellas. En la explicación de Bradley para la aberración estelar, la lluvia es la luz de cierta estrella (con velocidad c) y el movimiento es el de la Tierra por el eter (v=30 km/s). Para observar una determinada estrella (supongamos la estrella polar), el telescopio debía moverse un ángulo α = arc tan v/c. Como la velocidad (el vector v) es distinta a lo largo de la presunta orbita de la tierra en torno al sol, el ángulo α también varía a lo largo del año (ver figura 3). En consecuencia la estrella, en lugar de aparecer en un punto fijo de la esfera estelar (P.N.), describe una pequeño circulo o elipse entorno a él. Y con esta explicación (veremos que "muy ingenua") de Bradley ya tenemos quizás la más falsa prueba del movimiento de la Tierra en torno al sol. No tenéis más que mirar en Wikipedia, o en cualquier enciclopedia, libro científico, etc. Todos sin excepción cuentan que ésta es una prueba irrefutable del movimiento de la tierra. Pues es falso.

En la figura 4 podemos apreciar que hay tres posibles causas para el efecto de la aberración de Bradley:
1. Movimiento sólo de la Tierra (VT ≠0, VE=0).
2. Movimiento sólo de la estrella (VT=0, VE≠0)
3. Movimiento relativo Tierra-estrella (VT≠0, VE≠0)
Bradley, que era un heliocentrista, sólo consideró la posibilidad 1, además que en 1728 se pensaba que las estrellas permanecían todas fijas con V=0. Observando las estrellas cercanas al Polo Norte, Bradley descubrió que el semieje mayor de la elipse descrita por todas ellas era de unos 20" de arco paralelo al plano de la eclíptica[2]. Efectivamente, teóricamente arc tg v/c = 20.49", a lo cual se llama "constante de Bradley".

Sin embargo, según la astronomía actual las estrellas sí tienen movimiento, el sol se estaría desplazando hacia un punto de la constelación Lyra, con una velocidad de 250 km/s. Si consideramos la relatividad de Einstein, la fórmula para el cálculo de α es diferente, sin embargo para velocidades pequeñas frente a c, la fórmula que indica el desplazamiento tiende a ser la misma: α = arc tan V/c, salvo que ahora V es la velocidad relativa VT - VE. Según la teoría de la relatividad, dados dos cuerpos T y E, no es posible decir si uno de ellos está fijo y el otro se mueve, por tanto, siempre se habla de velocidad relativa entre ambos. Obviamente aquí surge un problema, VE es desconocida para todas las estrellas que midió Bradley.

 Conclusiones

Si son ciertas las mediciones de Bradley, entonces, con los conocimientos actuales, esa aberración estelar no prueba que la Tierra se mueva, sino en todo caso estaría probando que la teoría de la Relatividad es falsa, pues según ella deberían observarse un amplio rango de desviaciones (dependientes de VE), y no siempre los 20" que obtuvo Bradley [3] para un numeroso grupo de estrellas. Pero manteniendo, como lo hacen los libros y wikipedias, que la aberración de Bradley prueba el movimiento terrestre es un engaño al conocimiento, a) porque viola el principio de relatividad ignorando a drede el movimiento relativo entre la fuente y el observador; y b) porque hace del sol un marco de referencia absoluto.


¿Por qué, entonces, se oculta esta conclusión?, y, por qué se sigue engañando en los libros al asegurar que la aberración de Bradley es una prueba del movimiento de la Tierra. Desde el geocentrismo pueden darse explicaciones satisfactorias a esta aberración, pero por ahora sólo estamos mostrando que "NO HAY NINGUNA PRUEBA" de los hipotéticos movimientos de la Tierra. Ni una sola prueba.

NOTAS:


1. Es evidente que si el hombre está con el paraguas en reposo, y llueve, pero ahora hay un viento con velocidad v, entonces el hombre deberá inclinar también el paraguas un ángulo α, exactamente igual que si estuviera desplazando él con lluvia pero sin viento.
2. El eje menor de la elipse depende de la latitud.
3. Algunos han dudado que Bradley pudiera, en 1728, encontrar con precisión eso de que «todas las estrellas cercanas al PN tienen una aberración de 20"». Por ejemplo, si midiésemos la aberración para Marte, considerando las velocidades (según los manuales de Astronomía) de estos planetas, hallamos una desviación teórica que va entre 0 y 43" de arco. Pero ocurre que los movimientos de los planetas no son como los de un reloj, están sometidos a perturbaciones de otros objetos cercanos, esto reduce la precisión de las mediciones a 6". Además, para medir las aberraciones (con baja precisión) tenemos que apoyarnos en las efemérides, que son otras mediciones hechas con baja precisión. En realidad, las posiciones de los planetas no pueden calcularse con gran precisión, pues con menos motivo pueden estimarse las de las estrellas lejanas.

jueves, 18 de febrero de 2010

Crítica al evolucionismo del CRYF

Voy a realizar una crítica a la lección on line sobre el "Origen del hombre", del Grupo de Investigación "Ciencia, Razón y Fe" (CRYF) de la Facultad de Ciencias Eclesiásticas de la Universidad de Navarra. El diseño técnico del trabajo, elaborado por Monika Bogdalska, es de una grandísima calidad, pero su contenido es netamente pro-evolucionista (evolucionismo teísta), y, bajo mi punto de vista, no es apropiado para ser defendido en una universidad católica.

martes, 16 de febrero de 2010

El evolucionismo no es cientifico

Entre los evolucionistas está ampliamente extendida la creencia de que todo el tema de la evolución es un "hecho" científico y de que quien osa dudar de ello es un ingenuo. Incluso en la rigurosa enciclopedia Británica se afirma que "no tenemos ni la menor duda del hecho de la evolución". En el texto Evolution, J. Savage dice "no necesitamos una lista de las pruebas que demuestran la evolución, de la misma manera que no necesitamos pruebas de la existencia de las cordilleras". En otro texto titulado Outlines of General Zoology, H. Newman declara, con gran arrogancia, que la evolución no tiene rival como explicación para el origen de todo "excepto la teoría desfasada y completamente refutada de la creación, ahora únicamente mantenida por los ignorantes, los dogmáticos, y los malintencionados".

lunes, 15 de febrero de 2010

El péndulo de Foucault no prueba el movimiento de la Tierra


El péndulo de Foucault es uno de esos iconos míticos utilizados por los ateos. Enorme, flotando desde una altísima cúpula, suele construirse sobre un círculo vistosamente ilustrado, lo cual le da aspecto de altar en medio de un templo laicista. Los comunistas colocaron uno enorme en la cúpula de la catedral de Leningrado, otro famoso se encuentra en el edificio de las Naciones Unidas, pero hay muchos otros colocados a lo largo y ancho del mundo, en bibliotecas, universidades, museos de la ciencia. Veamos aquí qué tiene de peculiar el péndulo de Foucault.

lunes, 8 de febrero de 2010

Creacionismo Especial (Seis Días)

Hay en la esfera educativa un paradigma intocable, la "teoría de la evolución de las especies", que en realidad no es una teoría sino una hipótesis jamás probada, y con claros indicios de falsedad. En algunos países, no así en España, se han constituido plataformas para presionar a los gobiernos que los sistemas educativos no impartan exclusivamente este dogma del materialismo ateo. La diversidad de modelos de mundo en el sistema educativo es digna de ser reivindicada, pero yo en este artículo me limito a una cuestión ulterior, ¿cuál es la alternativa católica a la "hipótesis de la evolución"?. Se suele confrontar a la teoría de la evolución la llamada "teoría del Diseño Inteligente", que tampoco es una teoría sino un principio o postulado al que se adscriben varios modelos creacionistas. Vamos a analizarlos.