Un Retro-proyector sobre la superficie de la Luna
Los experimentos LLR prueban el geocentrismo
Por si todavía los experimentos de M-M, Michelson-Gale, Sagnac, Trouton-Noble, Thorndyke-Kennedy etc. no probaron fehacientemente que la Tierra se encuentra en reposo absoluto, ahora resulta que un experimento realizado por los técnicos del proyecto Apollo, el Lunar Laser Ranging Experiment, lo ha hecho más-allá-de-toda-duda, y sin embargo parece que se ha silenciado.
Los experimentos LLR consisten en enviar múltiples pulsos laser desde la Tierra hacia un preciso punto de la superficie lunar donde ha sido colocado un retro-reflector que refleja cada pulso haz laser de vuelta hacia la Tierra. El objetivo inicial era medir la forma exacta de la trayectoria lunar promediando los datos de las distancias obtenidas en distintos tiempos.
Así está reflejado en la web de APOLLO:
. . . the time it takes for the pulse of light to travel to the moon and back [from the earth]. . . anywhere from 2.34 to 2.71 seconds, depending on how far away the moon is at the time (the earth-moon distance ranges from 351,000 km to 406,000 km). We can time the round trip to few-picosecond precision, or a few trillionths of a second.
Retro-reflectores para el experimento LLR fueron ensamblados durante las misiones tripuladas Apollo 11, 14 y 15; otro fue también colocado por medio del vehículo espacial no-tripulado soviético Lunakhod 2. En total hay cuatro colocados en la Luna (hay 5 pero uno no funciona). Cada uno consiste en una serie de cubos (corner cubes) reflectores concentrados, que forman un tipo especial de espejo con la propiedad de reflejar un haz de luz entrante, y llegar a devolverlo en la misma dirección. Puede leerse más sobre reflectores lunares en la web oficial:
http://www.physics.ucsd.edu/~tmurphy/apollo/lrrr.html
Las pulsaciones del haz de laser se observan desde telescopios terrestres, y darían a los científicos la oportunidad de medir con precisión la distancia Tierra-Luna y así estudiar la forma de la órbita lunar. Se utiliza un haz laser porque esta luz puede enfocarse a grandísimas distancias con poca dispersión. Aún así, cuando llega a la superficie lunar el haz se ha dispersado hasta formar un círculo de unos 7 km de diámetro, y al retornar a la superficie terrestre alcanza hasta los 20 km de diámetro. Obviamente, la señal que llega a la Tierra es extremadamente débil, y para registrarla se necesitan largas exposiciones. Promediando la señal para un cierto tiempo, la distancia a la Luna podía medirse con una precisión de 3 cm; hay que tener en cuenta que la distancia media a la Luna es de unos 385.000 kilómetros.
De acuerdo al Heliocentrismo se tiene lo siguiente:
* Velocidad orbital de la Tierra alrededor del sol: 29,78 km/s
* Velocidad de rotación de la Tierra: 0,46 km/s (en el ecuador) – 0 km/s (en los polos).
A la hora de emitir el haz laser desde el telescopio terrestre, no tiene gran importancia la velocidad de rotación de la Tierra, puesto que para dirigir correctamente el rayo hacia el reflector sólo hay que tener en cuenta la velocidad relativa entre la superficie terrestre y la lunar. Sin embargo, esta velocidad rotacional debe ser tenida en cuenta para ubicar con precisión el telescopio receptor que captará la luz laser que retorna a la tierra, pues si por ejemplo el receptor terrestre estuviera en el ecuador, éste debería estar situado entre 2,34x0,46 (1,07 km) y 2,71x0,46 (1,25 km) del punto en que se emitió el haz laser, dependiendo del lugar que se encuentre la Luna (la luz tendrá entre 2,34 y 2,71 segundos de viaje). Si el experimento se realizase en el polo norte, no habría este inconveniente.
Pero la velocidad lineal tiene una desventaja superior, de acuerdo al heliocentrismo en esos 2,34-2,71 segundos la tierra se habrá desplazado una distancia entre 69,69 y 80,71 km en su trayectoria alrededor del sol. Por tanto, para el heliocentrismo el receptor debería colocarse, teniendo en cuenta la extensión de 20 km del haz laser, a una distancia entre 49,69 km y 60,71 km (a los que quizás habría que añadir los 1,07-1,25 km anteriores). Pero aún hay algo más, pues según los datos astrofísicos recientes el sol (con todo el conjunto de planetas) se está desplazando a una velocidad de 370 km/s hacia un punto de la constelación Leo. Por lo que habría que desplazar el receptor en unos 938 km más.
Prueba definitiva. La Tierra no se mueve, no rota.
Y ahora viene el punto primordial, los experimentos LLR comenzaron a hacerse desde 1969, y se siguieron haciendo durante bastantes años, lo que no está registrado en los libros es cuándo los científicos encargados de estos LLR observaron por primera vez –con un lógico asombro- que ¡el lugar receptor y el emisor coincidían!. Es decir, el mismo telescopio terrestre que lanza hacia la luna los pulsos laser los recibe sin ningún problema. No hay ningún desplazamiento.
Conclusiones:
- La Tierra está estacionaria relativa al sol (la velocidad de traslación es v=0), por tanto es el sol el que orbita alrededor de la Tierra.
- La Tierra está estacionaria relativa a la luna, por tanto la luna orbita alrededor de la Tierra.
- La Tierra no rota en torno al eje norte-sur terrestre (la velocidad de rotación es nula), sino que las estrellas y todo el firmamento rotan en torno de ese eje.