Algunos lo primero
que nos piden es: “Presentar una prueba de que la Tierra está fija y no se
mueve”.Ante todo hay que aclara el tema: ¿Quién tiene que presentar una prueba?.
El Geocentrismo NO.
1. Desde la
instauración de las primeras universidades, hasta la fecha de 1822 en toda
Europa (especialmente en España, en la Universidad de Salamanca) el movimiento
del sistema solar se enseñó desde la perspectiva geocéntrica (Los Jesuitas –que
siempre tuvieron grandes conocimientos de astronomía- utilizaban como tesis el
modelo de Tycho Brahe, y no el de Ptolomeo, que en todo caso se usaría ocasionalmente
por facilidad de cálculos.
2. Es falso lo que
dicen muchas webs y libros “que Benedicto XIV diera en 1758 el Imprimatur a las
obras completas de Copérnico, Kepler y Galileo…” fecha en la cual el
Geocentrismo hubiera quedado proscrito. Lo que Benedicto XIV hizo fue
establecer un nuevo Indice de libros prohibidos, relajando la anterior
prohibición de publicar cualquier libro que “enseñara que la Tierra se está moviendo”, permitiendo que se
publicaran libros “enseñando que la Tierra se mueve…siempre que se especifique
claramente que ello se está haciendo como hipótesis no como tesis”. La hipótesis es un artificio para
realizar cálculos. La tesis es una afirmación de la realidad. Entra
dentro de la lógica utilizarse hipótesis distintas –incluso contradictorias-
para diversos cálculos matemáticos de una misma realidad, (por ej.: Hoy se utiliza la hipótesis. geocéntrica para
cálculos de Navegación y la hipótesis contraria, la heliocéntrica, para
cálculos de paralaje estelar, cálculo de distancia de cometas, asteroides. Como prueba que Benedicto XIV no levantó la
prohibición de mantener la realidad del movimiento de la tierra está que los
libros de Copérnico, Kepler y Galileo siguieron apareciendo en el Nuevo Indice.
3. Poco antes de 1822
hay dos hechos reseñables. Primero: Isaac Newton había escrito su obra de tres
tomos Principia Matemática.
(Publicada en 1687). En los dominios de la Iglesia de Roma fue publicada medio
siglo después (en Genova 1739) con una “Declaración”: … Las proposiciones de autor
no pueden ser explicadas más que como una hipótesis… Los postulados de
Newton no prueban que los cuerpos pequeños tienen que orbitar al masivo (el
sol). En realidad ello depende del cdg y si el cuerpo pequeño cae ‘casualmente’
allí. Newton reconoce esto en el tomo III, aunque en general lo ignora,
desprecia, se abstiene de considerar ya más esa posibilidad. Hoy día el 99,9 %
de alumnos graduados en Física creen que Newton prueba el heliocentrismo… Es
falso.
Segundo hecho. Durante varios siglos los astrónomos pensaron
que el descubrimiento del paralaje estelar en una estrella demostraba el
heliocentrismo. La idea la había sugerido Tycho Brahe, en su modelo no se daba
el paralaje (pero en el modelo Tycho Brahe modificado que se defiende en el
libro sí lo hay). Por eso la búsqueda
del paralaje, o sea, el desplazamiento aparente de una estrella, ha sido una
odisea por parte de heliocentristas de varios siglos. Algunos astrónomos
creyeron haberlo hallado en 1641, en 1722, etc.
Todas ellas falsas alarmas. Pero 1818 el matemático y astrónomo Friedrich
Bessel con un telescopio muy avanzado y utilizando correcciones e
interferometría super-refinada publica su libro "Fundamenta
Astronomiae", en el que asegura que ha medido un paralaje para la
estrella 61 Cygni (paralaje de sólo 5” de arco). A partir de entonces la
comunidad científica protestante consideró cerrada la discusión a favor del
heliocentrismo.
4. Con esto en mente
se puede intuir el gran fraude al conocimiento humano que se cometió en el año 1822.
Una historia rocambolesca que duró 2 años. En 1820, el canónigo Giussepe
Settele solicitó el Imprimatur para su obra “Elementos de Astronomía”, en la
que defendía en su tomo II–como tesis- que la Tierra se movía. El Censor principal se le denegó. Entonces
apeló al Papa Pio VII, quien tuvo que llevar el asunto a la Congregación del
Santo Oficio, que volvió a denegarlo. Entró en acción la presión por parte de
universidades protestantes e intrusos (acusaciones de ‘censura eclesial’,
protestas, reclamaciones por parte de la prensa de Alemania, Francia y
Holanda). A todo ello, Napoleón había incautado los documentos del Vaticano, especialmente
los del caso Galileo. Así, en este estado –que puede llamarse cualquier cosa
menos ‘libertad’- en 1822, el Santo Oficio tuvo que dar una tercera respuesta.
Los componentes del Tribunal acordaron: «No
rehusar la concesión de una licencia para la publicación de obras tratando
el movimiento de la Tierra y la estabilidad del Sol, de acuerdo con la opinión general de los astrónomos modernos –que
ahora sabemos incorrecta- , en tanto en
cuanto no haya otras indicaciones contrarias, sobre la base de los Decretos de
la Santa Congregación del Indice de 1757». Que sí los había: la prohibición
de tratar el movimiento de la Tierra como ‘tesis’. (Benedicto XIV)
A mí –aunque no soy
jurista- me parece claramente inválida
esta concesión. Los letrados deberán decidir. Si es inválida: Seguimos
rigiéndonos por los Decretos de Benedicto XIV.
5. Los experimentos
tipo Michelson-Morley, que se han venido realizando desde finales del siglo
XVIII, incluyendo los de Aragó, Fresnel, Fizeau, Airy, y Michelson-Morley… en
su intento de medir la velocidad Tierra-éter lumínico resultaron negativos (o
sea, “No se detecta el movimiento de v=30 km/s que se debería detectar). Sin
embargo en el experimento de Sagnac, y en el de Michelson-Gale sí se detecta
cierto movimiento de rotación realativo Tierra-éter lumínico… Todo ello
compatible con una Tierra fija en el espacio y un éter rotante con toda la estructura
del firmamento. Seguimos preguntando: ¿Quién
tiene que aportar una prueba positiva el heliocentrismo o el geocentrismo?
6. Las pruebas
antiguas del heliocentrismo, la mayoría de ellas construidas contra el
geocentrismo de Ptolomeo, son todas inválidas: el péndulo de Foucault, las
fases de Venus, el movimiento retrogrado de Marte, el paralaje estelar, la
aberración estelar, etc. Son inválidas porque se pueden igualmente explicar en
uno u otro modelo.
7. Una generación
después, a comienzos del siglo XX, los científicos ya emancipados de la prudente
guía de la Iglesia, se encontraban ante el horror de tener que dar marcha atrás
a la llamada “Revolución de Copérnico”-una revolución de tipo ideológico- y se
veían obligados a colocar a la Tierra en el lugar del que le habían quitado, el
centro. Pero allí llegó, nadie sabe cómo, Einstein, con la Relatividad y sus no
evidentes postulados. No hay éter, la luz tiene la misma velocidad en todos los
sistemas, las longitudes se encogen, los tiempos se dilatan, todo cambia, el
tiempo absoluto no existe, todo es relativo (hasta la moral). Con ello,
Einstein –y sus poderosos mentores- salvaron ese escollo. Ahora el combate lo
llevaron al terreno de las Matemáticas: Tú dices que los datos de un
experimento muestran que la Tierra está en el centro, y Einstein te responde G
= 8 π T, o sea 12000 ecuaciones tensoriales, para sortear esa evidencia sin
necesidad de esa condición central. Pero hubo un cientifico, además de filósofo
y expresidente de la Royal Astronomical
Society de Londres, respetado en su tiempo por su dominio de esa teoría, que se
dio cuenta que tal teoría de Relatividad no es válida (por inconsistente) para describir este mundo, y allí estuvo
peleando, ante la incomprensión general, los palos, y el ninguneamiento de sus
proclamas. Dejó escrito el libro “Science at the Crossroads”, un libró que
intentó durante 20 años no necesitar escribir. Al final ahí está, escrito, disponible
en internet.
¿Quién tiene que
aportar una prueba positiva el heliocentrismo o el geocentrismo?
Einstein no presentó ninguna (los del eclipse de 1919, el
perhelio de Mercurio, etc. son todas inválidas, tal como señalan las investigaciones del profesor Charles Lane Poor).
8. Finalmente, ¿qué
nos muestran los datos astrofísicos recopilados en los últimos 20 ó 30 años?. Todas las galaxias aparecen alejándose de
nuestro lugar de observación – Algunos argumentan: Pero eso es así en todos los puntos debido a la isotropía del Universo- Pues no, porque la distribución de la radiación
de fondo de microondas se ha demostrado ser anisótropa (hasta lo que conocemos
ahora). Las galaxias no sólo aparecen alejándose del punto central donde se
encuentra la tierra, sino que además su
distribución es uniforme alrededor nuestro, el movimiento de alejamiento
representaba una dilatación uniforme, como si se movieran en capas concéntricas
con centro en la tierra, y velocidades que siempre son múltiplos de 72 km/s. la
distribución de los quásares, por ejemplo, sólo tiene una explicación lógica,
el geocentrismo, pues están situados en 57 bandas esféricas centradas en la
Tierra . Y por si fuera poco esto, también la distribución de otros objetos
celestes lejanos, como los estallidos de
Rayos Gamma y los BL Lacertae
tienen su explicación más lógica en el geocentrismo. También los cúmulos
globulares de estrellas, que son conglomerados esféricos de miles de estrellas
que se encuentran dentro de nuestra galaxia, están distribuidos con centro en
la tierra.
En definitiva, no es el geocentrismo quien tiene que dar una
prueba (los experimentos lo dan por sí mismos, la sabiduría de los pueblos lo
ha hecho perdurar durante los siglos, los cielos lo proclaman). Son los que
defienden el heliocentrismo los que la deberían darla. Hasta la fecha de hoy no
han aportado ninguna valida.