Un analema solar
He intentado hacer unos gráficos para explicar el movimiento solar desde la cosmología geocéntrica de santa Hildegarda von Bingen. Los que deseen más información sobre ello acudan al libro “Galileo Was Wrong…” de R.Sungenis & R.Bennett (http://www.catholicintl.com/).
Empecemos por decir que sí hay un éter, el cual debe ser visto como un fluido muy sutil y muy rígido [1] que está girando entorno del eje NS terrestre.
La tierra se encuentra fija en el baricentro del universo, ni se traslada ni rota, es el firmamento como un todo el que rota en torno al eje NS terrestre una vuelta/día en sentido anti-horario (véase el gráfico de arriba) llevando consigo al sol. En el éter del firmamento abundan corrientes (similares a las de los océanos), una de ellas empuja al sol –con todos los planetas del plano eclíptico- en sentido horario, es decir, oponiéndose lentamente al movimiento diurno, siendo ello la causa por la que el sol se retarda casi 1º al día (el día solar dura 24 horas, mientras que ‘día sideral’ dura 23 horas 56 minutos ).
Aparte de esto, el sol realiza una órbita anual (no está dibujada en el gráfico) alrededor de la tierra en sentido antihorario (ver la entrada:
http://creacinseisdas.blogspot.com/2010/03/equivalencia-entre-el-sistema.html )
pasando a través de las constelaciones zodiacales, con los panetas Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, etc. orbitándolo en el plano de la eclíptica; no olvidemos que el sol es como un ‘planeta’ más en este plano. Pues bien, no es la inclinación del eje terrestre en 23.5º la causa de las estaciones tal como se cree hoy, sino la inclinación en 23.5º del eje del plano eclíptico y la consiguiente precesión de este plano –que es quién realmente tiene comportamiento giroscópico-, lo cual produce que el sol y su movimiento diurnal asciendan desde -23.5º hasta los 0º en el solsticio de primavera (ver el gráfico):
Y después hasta los +23.5º hacia el 21 de Junio. En todo este tiempo el día lumínico ha ido agrandándose en el Norte, a partir de ahora durante otros 6 meses el movimiento solar diurno irá descendiendo y el periodo de luz disminuyendo, transcurriendo la estación de verano (cuando los rayos solares inciden con ángulo más agudo sobre la superficie) y luego la de otoño.
Los gráficos creo que quedan suficiente claros, pero lo ideal sería hacer una animación. Parece haber una equivalencia geométrica con respecto al modelo de la astronomía oficial (aunque la ausencia de geocentrismo de ésta lo convierte en viciado e inservible).
La evidencia del analema solar
Cualquier persona puede hacer el siguiente experimento: tomar una cámara de fotos y un cronómetro. Consiste en tomar una foto del sol cada 8 ó 10 días, a la misma hora del día, y en el mismo lugar, durante un año. El resultado será un “analema”, una especie de ‘8’ con el lóbulo del SE más alargado que el del NO.
El modelo heliocéntrico da una compleja explicación del analema apelando al movimiento del eje inclinado de la tierra, la forma elíptica de la “orbita terrestre”, la diferencia del día solar y día sideral, etc. En éste modelo geocéntrico el analema es algo tan simple como la composición de los dos movimientos rotatorios del sol, teniendo en cuenta además que cada día el sol retrocede casi 1º su giro diunal. La asimetría de los lóbulos es debida a que en el hemisferio norte el lapso primavera-verano es más largo que otoño-invierno.
Dios hizo sabiamente un universo bello, como todos sabemos, pero parte de esta belleza es su inteligibilidad, es decir, hizo un universo que puediera ser apreciado por cualquier hombre, pero sin necesitar acudir al “Einstein de turno” para que le indique cómo debe interpretar “contra el sentido común” lo que está contemplando con sus ojos. Evidentemente sí necesitamos de astrónomos que se especialicen en el estudio de los movimientos de los astros, pero ellos, como todo científico, debería tener en el centro de su labor a Dios, y su Palabra Santa. Es cuando los cientificos se han alejado de la verdad contenida en las Sagradas Escrituras, cuando han comenzado a recibir la cosecha de lo que han estado sembrando: la confusión.
Termino con las palabras del sabio Cardenal san Belarmino, cuando un discípulo de Galileo pretendía inducirle a creer que el sol sólo se movía en apariencia:
Y añado que las palabras “el sol se levanta y el sol se pone, y se apresura a llegar al lugar de donde surgió, etc.” fueron las de Salomón, quien no sólo hablaba por inspiración divina sino que además era un hombre sabio por encima de los demás y el más erudito en las ciencias humanas y en el conocimiento de todas las cosas creadas, y su sabiduría procedía de Dios. Así que tampoco es probable que hubiera afirmado algo que era contrario a la verdad ya demostrada o posible de ser demostrada. Y si usted me dice que Salomón hablaba únicamente de acuerdo a las apariencias, y es que nos parece que el sol viaja alrededor nuestro cuando realmente es la tierra la que se mueve, así como parece a uno que va en una barca que la playa se aleja de la barca, yo le responderé que quien parte de la playa, a pesar que le parezca a él como si la playa se alejase, él sabe que está en un error y lo corrige, viendo que la barca se mueve y no la playa. Pero con respecto al sol y la tierra, ningún hombre sabio necesita corregir el error, puesto que claramente experimenta que la tierra está quieta y que su ojo no le engaña cuando enjuicia que se mueve el sol, al igual que no le engaña cuando enjuicia que la luna y las estrellas se mueven. (San Belarmino)
1. La estructura del universo y otros detalles íntimos de la Creación le fueron revelados en el siglo XII a santa Hildegarda de Bingen. No resulta nada sorprendente para un católico que lo revelado a esta mística no contradiga sino reafirme el texto de Gen 1-3. Pero lejos de ser ingenuas, las visiones de Hildegarda, representan el más detallado tratado de cosmología jamás escrito, e incluyen respuestas a muchas cuestiones que la ciencia actual no ha podido explicar satisfactoriamente.