miércoles, 29 de septiembre de 2010

Extraterrestres, una herejía moderna

Placa de la sonda Pioneer destinada a los extraterrestres


 Hace unos pocos días apareció en los medios informativos una de esas noticias que causan estupefacción entre las personas que aún conservan pura su fe. La noticia decía que un astrónomo del Vaticano,  Guy Consolmangno, aseguraba que no sería nada extraño encontrarse con extraterrestres inteligentes por esos “mundos de ahí fuera”, e incluso aludía a la posibilidad de enviar misioneros a esos “mundos” para evangelizar a aquellos ETs. Por ejemplo, la noticia está en:

Sorprendentemente en los últimos años varios comentaristas del Vaticano, además de Consolmagno, han argumentado con tesis favorables a la existencia de inteligencias extraterrestres de naturaleza no-angélica, llamémoslo “hipótesis de la inteligencia extra-terrestre”  (IET). En realidad esta hipótesis IET tiene su origen en el heliocentrismo de Copérnico, Kepler, etc. y en el evolucionismo de Darwin, como explicaremos en un próximo post, en éste nos ocuparemos exclusivamente de hacer una crítica de los argumentos de Consolmagno y de otros científicos cristianos que la soportan.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Galileo Galilei (versión marxista)

Bertolt Brech


Se llama “caso Galileo” a una deformada visión del proceso que tuvo Galileo ante el Tribunal de la Inquisición, acusado de herejía. El "caso Galileo" fue inicialmente ideado, como un ataque a la Iglesia, por el liberalismo burgués, por quienes promovían la libertad religiosa entendida como "todo culto religioso es permisible excepto aquel de la Iglesia Católica".  Se promovió irresponsablemente el Heliocentrismo porque ello significaba una prueba de que la Iglesia de Roma se equivocaba en sus dictámenes, y así, quedaba erosionada ante la opinión pública. Posteriormente el testigo fue tomado por el marxismo, que alimentó el engaño en los tiempos de la posguerra. Así por ejemplo, se representó hasta la saciedad la insidiosa obra Galileo Galilei de Bertolt Brecht[1], subvencionada, premiada y alentada por el dictador Stalin.

En este drama Galileo aparece como un liberador de la humanidad que se enfrenta a la "tiranía de la Iglesia" para desmantelar sus farsas. Un joven discípulo suyo, Andrés, representa al tipo racionalista del futuro. Galileo es presentado como un pobre profesor de universidad que no gana ni lo necesario para comer. El director de la universidad asegura que con protegerlo contra la Inquisición Galileo está ya suficientemente pagado. Con ello puede desarrollar con libertad sus ideas y teorías. Pero le dicen que si quiere aún una paga mayor, entonces tiene que descubrir algo práctico y de utilidad. Por fin, Galileo cede, engañando a la universidad y aportando como suyo el proyecto de un telescopio; en realidad ha recibido la idea recientemente de un discípulo suyo holandés, Ludovico.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Relatividad y Relativismo Moral

Otra lección de “educación para la ciudadanía cientifista”, que hemos sufrido los universitarios de las últimas décadas es esa que dice: “todo es relativo, nada es absoluto”. O en otras palabras el “Relativismo Moral”, la doctrina afirmando que una acción puede ser moralmente correcta para un observador pero inmoral para otro, y que no hay una ciencia moral absoluta.Por supuesto, el ‘galileísmo’ –la pretensión de que la Biblia yerra al manifestar cuestiones científicas- había preparado ya el camino al relativismo moral, pero éste tiene un origen directo en la Relatividad de Einstein. Los forofos de Einstein pretenden excusar a la Relatividad diciendo: “la Relatividad no es una teoría moralista”, “no toca la conducta humana”, etc.