miércoles, 11 de septiembre de 2013

YouCat distorsiona la Doctrina Católica


 Nuevamente hablamos aquí del YouCat1, un catecismo lanzado desde el Vaticano en Abril de 2011 y que se ha distribuido a los jóvenes con ocasión de los eventos de la JMJ. Cuando se publicó, el cardenal Stanislaw Rylko, Presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, comentó que este catecismo dirigido a los jóvenes había sido traducido a seis idiomas, y explicó que Youcat “traduce el contenido del Catecismo de la Iglesia Católica con rigor y fidelidad, en un  lenguaje adaptado a los jóvenes…Su objetivo es guiar a los jóvenes hacia un conocimiento más profundo de su fe”.

 Cualquier esfuerzo que se haga para catequizar a los jóvenes es muy loable, desgraciadamente el Youcat contiene tantos y tan graves defectos y errores, que más que enseñar la doctrina tradicional católica lo que hace es distorsionarla. Consecuentemente,  mientras no se corrijan estas graves deficiencias, el Youcat no sirve para fortalecer la fe de los jóvenes, sino más bien para hacer que la pierdan.  En la web católica de noticias “Faithful Answers”2 se ha habilitado un enlace para que los católicos solicitemos al Papa la revisión del Youcat, o en su caso su sustitución por el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, algunos incluso piden el Catecismo de Trento. Aquí vamos a tratar aquellos errores y deficiencias concernientes a la Creación, a la interpretación del Génesis y a la fiabilidad de la Biblia.



Distorsión nº 1:  YouCat insinúa que la Sagrada Biblia contiene errores.

  Una de las más graves “meteduras de pata” de YouCat se encuentra en la cuestión 15 cuyo enunciado en su versión española dice: ¿Cómo puede ser “verdad” la Sagrada Escritura si no todo lo que contiene es correcto?

  Aquí YouCat expresa una frase peligrosa en modo interrogativo, con la palabra verdad entrecomillada, como para evitar que sean los autores los que aparezcan negando la veracidad y exactitud de las Sagradas Escrituras. También aparece la expresión “no todo lo que contiene es correcto” intentando evitar la herejía que la Sagrada Escritura tiene errores, o que la inspiración se extiende únicamente a materias de fe y moral (una herejía propia del modernismo).

  Ante esta pregunta que podría haber sido considerada hecha desde la ignorancia y el error, los autores del YouCat no tratan de desdecirla o aclararla, por ejemplo, indicando que toda la Escritura está inspirada por Dios y es completamente inerrable, por el contrario los autores parecen reafirmar la ignorancia del interrogador diciendo lo siguiente:

   La Biblia no pretende transmitirnos precisión histórica ni conocimientos de ciencias naturales. Los autores eran además hijos de su tiempo. Compartían las representaciones culturales de su entorno y en ocasiones estaban anclados en sus limitaciones. Pero todo lo que el hombre debe saber sobre Dios y el camino de salvación se encuentra con certeza infalible en la Sagrada Escritura.

   En la versión española la frase está algo suavizada, pues por ejemplo, en la inglesa en lugar de “anclados en sus limitaciones” aparece “dominated by its errors”. Manteniendo que la Biblia no pretende transmitir información histórica precisa ni tampoco aspectos de ciencias naturales, y que los autores estaban dominados por los errores (o limitaciones) de su ambiente cultural, el YouCat da la impresión que los autores de la Biblia eran hombres simples e ignorantes, y desprovistos de inspiración, introduciendo errores en sus escritos. Tal postura va en contra de la constante e ininterrumpida enseñanza de la Iglesia sobre la inerrancia de las Sagradas Escrituras, afirmada por los Padres y Doctores de la Iglesia, así como los concilios de Florencia, Trento y Vaticano I, o más recientemente, con Providentissemus Dei de Leon XIII.

Distorsión nº 2:  YouCat indica que el Génesis no aporta un verdadero relato de la creación.

La razón subyacente para que los autores del Youcat rechacen la inerrancia de las Escrituras está en haber adoptado como ciertas ‘per se’ las ideas vanguardistas de la hipótesis de la evolución. Así, en la cuestión 42 se pregunta: ¿Se puede estar convencido de la evolución y creer sin embargo en el Creador?. Y se da la siguiente respuesta:

Sí. La fe está abierta a los descubrimientos e hipótesis de las ciencias naturales… Un cristiano puede aceptar la teoría de la evolución como un modelo explicativo útil, mientras no caiga en la herejía del evolucionismo, que ve al hombre como un producto casual de procesos biológicos.

Esta sorprendente respuesta sostiene que es aceptable creer en la teoría de la evolución sin indicar ningún tipo de restricción, ni siquiera respecto a la evolución del hombre. Esto es un grave error refutado por la constante enseñanza de la Iglesia durante más de 19 siglos. Está muy bien decir que un cristiano tiene que estar “abierto a los descubrimientos de la ciencia”,  pues la Ciencia verdadera como la Teología verdadera no pueden  estar nunca en conflicto. Pero el problema es el siguiente: Youcat no específica suficientemente que el dominio de la ciencia que el cristiano debe estudiar consiste en las pruebas convincentes de las que la evolución tiene muy pocas, o mejor dicho, ninguna. En los últimos 50 años científicos cristianos han aportado al mundo una alternativa viable y convincente3 a la ciencia evolucionista atea, pero YouCat, así como también el Catecismo de la Iglesia Católica (ambos con el Cardenal Schönborn a la cabeza) adolecen de la falta de la más mínima mención a estos avances científicos. En realidad, la hipótesis de la evolución de las especies ha quedado ya refutada por la ciencia, y únicamente es mantenida por oscuros motivos ideológicos.

Muchos jóvenes que lean el Youcat asumirán como incuestionables las fantasías de la “hipótesis de la evolución” esto es, una evolución biológica ilimitada -a través de las mutaciones y la selección natural. Y una parte esencial de esta diabólica hipótesis es que Adán y Eva no fueron los primeros hombres, sino que proceden de especies subhumanas anteriores. La explicación del Youcat evita también hacer la distinción esencial –que todos los Padres y Doctores de la Iglesia hacen- entre el orden de la Creación en el que Dios establece el universo por sus divino poder, y el orden de la Providencia en la que están las leyes naturales que Dios ha constituido. Así, Sto Tomás de Aquino, sintetizando las opiniones de los Padres, en la Suma Teológica mantiene que:
“ El acto de la Creación, no es un acto propio de la naturaleza, sino que es un acto previo o presupuesto a ella”.

En otras palabras, los procesos y operaciones naturales no son en sí mismas instancias de la actividad creativa de Dios; más bien, muestran su Providencia en el acto de mantener su principal obra de creación, que es presupuesto por la vía en que estos procesos y operaciones toman lugar ahora. La ciencia natural moderna había abandonado completamente esta sabia distinción entre el orden de la creación y el orden natural. Sin embargo, la ciencia del siglo XXI ha redescubierto la sensatez de esta distinción. Por ejemplo, en el campo de la genética, en sus investigaciones los científicos naturales han aprendido mucho sobre la transmisión y variación de la información genética, pero ningún científico ha encontrado jamás la aparición espontánea de un nuevo programa genético, tal como el que sería necesario para producir un nuevo órgano, como un ojo o un oído, en un organismo carente de dicho órgano. Por el contrario, la genética del siglo XXI ha encontrado refutaciones a la hipótesis de la evolución darwinista, por ejemplo, se ha descubierto que la información genética, lejos de incrementar su funcionalidad, se degrada y decae con el tiempo con una rapidez que es incompatible con los tiempos de la hipótesis evolucionista.

En 1215 el Concilio de Letrán IV ya decretó infaliblemente (lo mismo que fue reafirmado por el Vaticano I) lo siguiente: “Dios, al principio del tiempo, creó desde la nada cada criatura, espiritual y corporal, nominalmente, angélica y mundana, y finalmente a la criatura humana”.

Asimismo en el Concilio Vaticano I se afirmó infaliblemente: “La obra de la Creación fue terminada con el final del Sexto Día, y desde entonces, ya nada completamente nuevo ha sido creado -exceptuando cada alma racional humana en el momento de la concepción”.

Y se pueden citar muchos más decretos del Magisterio condenando la herejía de la “hipótesis de la evolución”. Entonces lo que resulta desconcertante es la afirmación de Youcat que el católico puede creer en la hipótesis de la evolución… mientras no se caiga en la herejía del evolucionismo (SIC). Como si hubiera una distinción formal entrambas, cuando en realidad son una y la misma herejía. Aquí se está jugando con la ignorancia de los jóvenes haciéndoles creer que hay más de una forma aceptable de interpretar “En el principio creó Dios el cielo y la tierra” (Gén 1,1), bien sea como un Creacionismo progresivo o un Evolucionismo teísta que defienden los masones, tales como los que llevan la fundación que concedió el premio Templeton al biólogo Francisco J. Ayala en 2010.

Distorsión nº 3:  En la misma cuestión 42, YouCat comete otra gran torpeza, la de conceder mayor credibilidad a la especulaciones científicas modernas (Big Bang, etc.) que a la interpretación unánime de los Padres de la Iglesia, en lo referente a la interpretación de los primeros capítulos del Génesis.
Así, al final de la respuesta a esta cuestión 42 se dice: “Así como el Evolucionismo se inclina demasiado hacia un lado, el Creacionismo lo hace hacia el lado contrario. Los creacionistas toman los datos bíblicos (por ejemplo, la edad de la tierra, según ellos fue creada en seis días) ingenuamente al pie de la letra”.

 Nuevamente en esta respuesta los autores olvidan mencionar que todos los Padres de la Iglesia interpretan Génesis 1 como siendo días de 24 horas, y como todo católico conoce “Debemos creer cualquier interpretación de la Escritura que los Padres de la Iglesia enseñaron unánimemente en materia de fe o moral” (Concilio de Trento, Concilio Vaticano I). En esta misma página, en una nota al margen, los autores, que ya han tildado a los creacionistas de “ingenuos”, definen ahora al “creacionismo” como la idea de que Dios mismo creó la tierra de una vez, como si el libro del Génesis fuese un acta de los hechos. Sin embargo, los autores del Youcat evitan mencionar a los jóvenes lectores que todos los Padres y Doctores de la Iglesia están entre los que adoptaron esa ‘ingenua’ interpretación, incluidos San Basilio Magno, San Juan Crisóstomo, San Ambrosio, etc. y, también, por supuesto, Santa Hildegarda de Bingen, última Doctor de la Iglesia, a la que como es sabido el propio Dios le reveló los detalles precisos de la Obra de Creación.

Y por si fuera poco, en la misma página, en otra nota al margen aparece la siguiente cita del físico austriaco Walter Thirring: “¿Y esto [la enorme precisión de los procesos en el Big Bang] dicen que ha surgido por casualidad? ¡Qué idea más absurda!”.

 El sentido obvio que se desprende de esta cita es que el Big Bang es un “hecho” que los jóvenes católicos lectores deberían asumir como una confirmación científica incuestionable de su creencia en el Creador y en la creación. Y de acuerdo a la versión teísta del Big Bang, Dios creó la materia y la energía en el instante del Big Bang, y a continuación los permitió tener un desarrollo natural dentro del marco de las leyes físico-químicas que Él hubo establecido al comienzo. Pero esta hipótesis (el Evolucionismo teísta) rechaza y contradice directamente la creación especial de los seres vivos, incluyendo las plantas, los animales y el hombre, que es lo que se enseñó en la Iglesia Católica durante 19 ininterrumpidos siglos.

Distorsión nº 4:  En Youcat se enseña que Dios hizo un mundo defectuoso y deficiente.

Siguiendo con la distorsión de la doctrina tradicional católica sobre la Creación, Youcat continúa en un sumario de las cuestiones 47 y 51 en el que los autores dan muestra de aceptar ciegamente la hipótesis del uniformitarianismo de Tailhard de Chardin. A la cuestión 47: “¿Por qué Dios descansó el 7º día?”,  Youcat responde:

El descanso de Dios de su trabajo apunta a la conclusión de la creación, la cual está más allá de todos los esfuerzos humanos.

En toda la historia de la Iglesia, ningún Padre, Doctor, Papa o Concilio ha enseñado nunca que el descanso de Dios por la semana de trabajo “apunte hacia la conclusión ( o completitud) de la Creación” que estaría situada en un futuro ulterior. Por el contrario, el verdadero significado del descanso del Señor fue ya perfectamente articulado por el Catecismo de Trento:

El séptimo día fue llamado “Sabbath”  porque Dios, habiendo terminado y concluido la creación del mundo, descansó de su trabajo.

Esta definición fue establecida como síntesis de lo reflejado por los Padres y Doctores de la Iglesia, incluido San Agustín, que escribió: “Dios descansó de todos los trabajos que hizo, en el sentido que desde entonces y en adelante ya no produjo ninguna otra cosa natural…”. De manera similar, Sto Tomás de Aquino dice en la Summa: “… la conclusión del  universo, así como la completitud de todas sus partes, pertenece al sexto día, pero el descansar de su trabajo (cesar el movimiento de creación), el hecho de descansar en sí mismo después de haber creado, pertenece al séptimo. Nada enteramente nuevo fue hecho ya por Dios con posterioridad”4.

Esta verdad esencial de un mundo creado por Dios en seis días, un mundo ya finalizado y completo, ha sido suprimida a los jóvenes lectores del YouCat, para ser sustituida por la idea que  “la evolución toma lugar en los procesos naturales como una creación continua de Dios”. Una idea que enlaza con la cosmovisión Teilhardiana de un dios monstruoso que deliberadamente creó un mundo incompleto, plagado de males físicos y catástrofes naturales, así YouCat afirma: “Dios creó el mundo para ser bueno, pero aún no está completado. Mediante violentos levantamientos y penosos procesos está siendo formado y llevado hacia su perfección final. Esto puede ser una mejor vía de clasificar lo que la Iglesia llama el mal físico, por ejemplo, un nacimiento defectuoso o una catástrofe natural”.

 Distorsión nº 5:  En Youcat aparentemente se da una mayor prominencia a los autores modernos, sean católicos o no, que a los Padres y Doctores de la Iglesia.

Quizás este punto no parece de la gravedad de los anteriores, pero hay que tener en cuenta que estamos hablando de un Catecismo de la Iglesia Católica, que debería seguir unas normas formales, tales como la analogía de la fe y el respeto pleno a la tradición continua de la Iglesia. En este sentido el Youcat no es comparable a ningún otro catecismo en la historia de la Iglesia Católica. Es mayoritaria la cantidad de autores no católicos, incluso anti-católicos, que aparecen citados en sus páginas dando la impresión que ellos están más en sintonía con los jóvenes actuales que los Padres y Doctores de la Iglesia, y todo esto, con citas vagas y confusas. Por ejemplo, en la página 151 se cita a Michel Quoist diciendo que “quien ama a un vecino le permite ser como es, como fue y como será”, una afirmación completamente inaceptable desde el punto de vista católico. Si mi vecino es un traficante de drogas, no sería una buena forma de amarle el dejarle seguir su actividad delictiva, pudiendo yo evitarlo… o intentarlo al menos. Otro ejemplo, al reflexionar sobre la esencia del pudor, páginas más adelante, los autores citan al filósofo anti-cristiano Nietzsche: “El pudor existe allí donde hay un misterio”, una frase vaga y completamente incomprensible, que de ninguna manera clarifica la doctrina católica de la modestia o el pudor.

  Para ver más errores acudir a la web de “Faithful Answers” indicada en la nota 2.


NOTAS:



3. Ver por ejemplo:  http://kolbecenter.org

 4. A la objeción que harán muchos lectores: “No se puede llamar acabado el mundo si después de séptimo día es susceptible de aparecer nuevas subespecies, como las hibridas, etc.”. Ya la contesta el propio Sto Tomás de Aquino: “Después de lo que Dios hizo, nada es absolutamente nuevo, pues de algún modo está anticipado en las obras de los seis días. Pues algunas cosas preexistieron materialmente: como la mujer, que Dios formó de la costilla de Adán. Otras cosas, en cambio, preexistieron no sólo materialmente, sino causalmente. Como los individuos que ahora son engendrados, fueron ya anticipados en los primeros individuos de sus especies. Incluso las especies nuevas, si se dan, preexistían en algunas potencias activas: como los animales engendrados a partir de la putrefacción, son producidos por los poderes de las estrellas y de los elementos que recibieron desde el principio; y esto es así incluso si se producen nuevas especies de tales animales. Hay también algunos animales que forman una nueva especie y surgen a partir de la mezcla de animales diversos según la especie, como del cruce de un asno con una yegua sale un mulo. Estos también causalmente ya estaban en las obras de los seis días”.

 

7 comentarios:

  1. Puede ser como dice, pero hay una realidad obvia: cae usted en herejía.
    Y cae en herejía porque se aparta de la doctrina oficial de la Iglesia Católica desde, oficialmente, Juan Pablo II y, en la práctica, desde bastante antes. Cae en herejía en el momento "t" un presunto vigilante de la doctrina en el momento "t-1" si se aparta de la de "t". Y resulta que los más afines a la literalidad bíblica y demás interpretaciones radicales abandonadas mucho antes del Vaticano II son una facción residual y, me consta, moderadamente molesta y altamente despreciada por la Iglesia actual.
    No se engañe: cualquier hereje se creía en poder de la verdad y de la interpretación correcta y pensaba que la oficialidad de su tiempo era la herética y la que debía ser re-encauzada. Es exactamente su caso, sólo que gracias precisamente al constante cambio de la Iglesia usted no será quemado en la hoguera.
    Respecto a la literalidad, entiendo entonces que debemos creer que Yahvé encargó el asesinato de los niños pequeños de Amelec junto a sus padres, premiaba a aquellos que reventaban la cabeza de los bebés edomitas... Debo inferir entonces que usted se encontraría más a gusto en otro tipo de sociedad que fuese más expeditiva con cualquiera que se desvíe de su sendero.
    En toda sociedad hay un estadio primitivo que sienta las bases con un elemento: el mito. Resígnese: por mal que estemos, que lo estamos, no vamos a volver a eso. Y vaya a confesarse, pues posiblemente (yo no creo en el concepto, pero seguro que usted sí) haya pecado.

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  2. He leído algo sobre San Agustin que decía sobre los días del Genesis que no tenían tanta importancia si fueron días o si fueron períodos. Es un verdadero drama que permitan este catecismo con estos errores. La mentalidad de la Iglesia Oficial es que todo debe girar en torno a la Salvación en el Jesucristo del Nuevo Testamento, y los escritos del Antiguo fueron hechos por profetas imperfectos, de los cuales no nos podemos fiar demasiado por ser mucha la lejanía en el tiempo y en las culturas antiguas.

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  3. JuanC, voy a plantearle algunas preguntas que se hizo San Agustin hace 1600 años cuando no se dudaba del geocentrismo ni se pensaba que la vida habia aparecido en la tierra sin la obra de un creador.

    Genesis: el soplo de Dios se cernía sobre las aguas.

    ¿Dios sopla?¿Tierne sistema respiratorio?

    Genesis: Entonces Dios dijo: «Que exista la luz»

    ¿Dios hablo? ¿A quien? ¿en hebreo?

    Hagale caso a San Agustin
    "Frecuentemente, los que no son cristianos saben algo sobre la tierra, los cielos y los otros elementos del mundo, sobre el movimiento y la órbita de las estrellas e incluso sus tamaños y posiciones relativas, sobre la predicción de eclipses solares y lunares, los ciclos de los años y las estaciones, sobre los tipos de animales, arbustos, piedras y otros objetos. Dicha persona sostiene que ese conocimiento es cierto gracias a la razón y a la experiencia. Así, es vergonzoso y peligroso el oír a un cristiano, presumiblemente interpretando las sagradas escrituras, diciendo tonterías sobre esos temas. Debemos tomar todas las precauciones necesarias para prevenir una situación tan lamentable, en la cual la gente comprueba la vasta ignorancia de un cristiano y se burla de él. La vergüenza no radica tanto en que un individuo sea ridiculizado sino en que las personas que no comparten nuestra fe piensen que nuestros escritores sagrados mantenían dichas opiniones y, como gran pérdida para aquellos cuya salvación deseamos, los autores de nuestras escrituras sean criticados y rechazados por su ignorancia ". El significado literal del Génesis.

    o a San Bellarmino:

    ". Yo digo que si hubiera una verdadera demostración de que el sol está en el centro del universo y la tierra en la tercera esfera, y que el sol no viajara alrededor de la tierra, sino que la tierra circulara el sol, entonces podría ser necesario proceder con gran cuidado al explicar los pasajes de la Escritura que parecen contrarios, y deberíamos más bien decir que no los comprendimos, antes que decir que alguno era falso como se ha demostrado"

    No se pase al protestantismo sosteniendo que solo importa la escritura. Para los católicos las escrituras dicen los que la Iglesia dice que dicen. Creo que nunca los judios tomaron literalmente las escrituras. Es más para ellos lo más importante eran la ley y los profetas.

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  4. Silveri,
    Cuidado, porque una mentira extendida por varios autores evolucionistas (Ej.: Eldon J. Gardner, Henry Fairfield Osborn, Arthur Ward Lisney, Hugh Ross, W.R. Thompson) es que “San Agustín tenía una visión evolucionista de la Creación”.
    San Agustín, en los comienzos de su “El Sentido Literal del Génesis” defiende la creación en seis días de 24 horas, manteniéndose en el consenso general de los Padres de la Iglesia. De hecho, este consenso Patrístico sobre la interpretación literal de Génesis 1 y 2 es igual (o a menudo superior) que cualquier otro consenso Patrístico relativo a cualquier dogma de la Iglesia (incluyendo: Presencia Real, Confesión, Confirmación, Inmaculada Concepción, Asunción de María, Canon de la Escritura, Purgatorio, Indulgencias), según Dr Robert Sungenis en “International Catholic Symposium on Creation, Roma 2002. Es cierto, eso sí, que posteriormente, cuando intentó explicar la creación de los ángeles, lo atribuyó al día en que Dios hizo la “luz”, y razonando concluyó que Dios pudo hacer -e hizo- toda la creación instantáneamente, en el primer día. Para ello, Agustín se basó en un incorrecta traducción al latín en la Vulgata, del versículo (Siracida 18,1) “El que vive eternamente creó todas las cosas simultáneamente”. La palabra ‘simultáneamente’ (latín: ‘omnia simul’), había sido introducida erróneamente, en cambio en la Septuaginta, p.ej. (griego: ‘koinh’) significa “sin excepción”. En las Biblias actuales está bien traducido como: “…creó todas las cosas sin excepción”.

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    1. Por cierto, hablando de los 6 días de 24 horas. Supongo que tú sigues el calendario verdadero, entonces debe ser relativamente sencillo responder la siguiente pregunta: ¿en qué año, mes, día y hora estamos ahora?

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  5. A Blas y a BetaCygni les digo que las preguntas las hagan al conjunto de lectores, no exclusivamente a mí, que tengo preferencia en contestar a aquellas directamente relacionadas con el tema que se está tratando en el post. Pero mientras tanto, pueden leer el artículo “The Age of Earth from the Perspective of Faith and Reason”.
    http://www.kolbecenter.org/question-of-time/
    Este artículo analiza un concepto fundamental que se ha venido utilizando mal (por los defensores del evolucionismo) en los procesos de datación radiométrica. ¿Es el margen de error de estos métodos 0 ó cercano a 0?. La respuesta es absolutamente negativa, lo cual invalida esta técnica y sus fantásticas macro-edades.

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  6. Muy buenas estimado Juan Carlos.

    Veo que todo sigue igual a cuando discutíamos en Terra, pero no merece la pena continuar las discusiones, yo sigo siendo un ateo/escéptico sin haber encontrado nada que me incite a tener una creencia, más bien lo contrario.

    Espero que tu pierna haya mejorado y tu hermana también que recuerdo que no estaba muy bien en alguna de las últimas veces que discutimos.

    Un abrazo.

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