domingo, 14 de abril de 2013

Identidad cinemática de modelos helio y geocéntrico


Muy pronto va a salir una película, “The Principle”, que en estos momentos están completando desde la “Catholic Apologetic International Publishing” dirigida por Robert Sungenis, donde podréis ver animaciones nunca vistas, en ella se destaparán todos los engaños del Copernicanismo, y se mostrarán con todo lujo de detalles toda la cantidad de pruebas que evidencian que el universo es geocéntrico. Por ahora, ayudados por unos modestos gráficos, vamos a ver la analogía entre los modelos de Newton y Tychonico.
Las imágenes de la izquierda representan el modelo  heliocéntrico Newtoniano, con el sol (amarillo) inmóvil, y algunos planetas con sus órbitas: Mercurio (verde), Venus (blanca), Tierra (azul) y Marte (rojo). Las correspondientes imágenes de la derecha muestran el modelo Tychonico, con la Tierra fija y el Sol circulando por la órbita amarilla, y los verdaderos planetas circulando el Sol. Observad claramente que si prescindimos de las órbitas la configuración geométrico-espacial es idéntica.  Ambas situaciones son completamente indistinguibles, puesto que en la realidad esos círculos (o elipses), las órbitas, no aparecen pintadas en el espacio, o sea, son invisibles a las observaciones. Desde hace varias generaciones nos han adiestrado a considerar como cierto “per se” el heliocentrismo implícito de Newton, por eso las imágenes de la izquierda nos resultan tan familiares, mientras que nuestro cerebro es reacio a aceptar las de la derecha.  Y sin embargo son idénticas las configuraciones.
Fecha: 26 de Mayo 2013
 
 
Fecha:  25 de Junio 2013
 
  Siguen siendo idénticas las configuraciones de los cuerpos si añadimos elementos adicionales como podrían ser asteroides, cometas, etc. Tal como se puede apreciar en la imágenes siguientes:

 
 

   Comprendiendo esto, está claro que  no tiene sentido hacer afirmaciones categóricas como las que aquí han hecho algunos participantes heliocentristas, afirmaciones tales como éstas:
1.  El modelo heliocéntrico se ha utilizado con éxito para conducir vehículos espaciales a los más variados lugares del Sistema Solar, esto no se podría hacer si se utilizara el modelo geocéntrico Tychonico.
  Falso. Como se puede adivinar observando las imágenes de arriba, la trayectoria que debería seguir un vehículo para llegar a un punto cualquiera P, es la misma independientemente del modelo que fuese el verdadero en el universo real. Es más, la NASA,  JPL, etc. utilizan el modelo geocéntrico porque el software del GPS lo tienen diseñado específicamente para este modelo, la única forma viable de controlar con fiabilidad las posiciones de los cuerpos en el espacio.
2.  Para el sistema heliocéntrico se han desarrollado modelos matemáticos de simulación numérica ¿dónde están los modelos de simulación para el sistema geocéntrico?.
     Estos modelos no son ni helio ni geocéntricos. Lo único que hacen es establecer la posición aproximada de una serie de coordenadas para puntos en movimiento, y para este caso sí que es indiferente el origen de coordenadas. Pero ¡cuidado! No hay que confundir un modelo matemático –que es un recurso para hacer cálculos- con el sistema real.
3.  Hay en estos momentos satélites cumpliendo importantísimas misiones, tales como ACE, GeoTail, SOHO, STEREO… que han sido colocados en la posición precisa según consideraciones exclusivamente heliocéntricas.
    Que no. En el mejor de los casos –para el heliocentrismo- se podrían haber colocado en su posición considerando cualquiera de los dos modelos, pues ambos son cinemáticamente idénticos, pero como acabamos de decir, el software del GPS está diseñado para operar desde el marco de la Tierra fija, pues parece ser que no es viable hacer el control desde cualquier otro.
4.  No aparecen fases en el planeta Venus en el modelo geocéntrico.
   Esto además de falso es ridículo. Y que conste que esta afirmación me la lanzó hace unos días un profesor, compañero en la universidad, y probablemente muchos la repiten sin haber reflexionado sobre lo que están diciendo. El propio Stephen Hawking, en su obra “Breve Historia del Tiempo”, también comete este error de principiantes. Lo cierto es que en el modelo geocéntrico de Ptolomeo –del siglo II-  no aparecen fases en Venus, aparentemente, ya que las distancias interplanetarias no estaban bien establecidas. Pero Galileo y Kepler, con la ventaja de sus flamantes telescopios, al detectar estas fases de Venus lo que deberían haber hecho es una leve modificación al modelo de Ptolomeo, concretamente colocar la trayectoria del Sol como deferente de todos los planetas, y entonces hubieran hecho el descubrimiento de su vida, así ¡el modelo de Ptolomeo se convierte en el de Tycho Brahe!, y en éste sí hay fases de Venus.  Desgraciadamente Kepler –y Galileo en ese tiempo- actuaban contra el conocimiento de la Astronomía, y no en pro de ella. Y ¡lo que son las cosas!... resulta que las fases de Venus aparecen hoy como una prueba más del geocentrismo, ya que la llamada “dicotomía de Venus” (el efecto de Schröter) relacionado con estas fases venusinas, sólo ha podido explicarse por medio del geocentrismo (ver http://www.geocentricuniverse.com/Schroter.htm).
5.  El concepto mismo de sistema de coordenadas utilizado en la Física hace imposible definir un marco en reposo absoluto.
Falso. Lo que sí es parcialmente cierto es la afirmación que ciertos modelos físicos, o ciertas hipótesis (como la teoría de la Relatividad General), imposibilitan definir un marco en reposo absoluto. Pero eso no hace imposible al geocentrismo, pues la Relatividad General no es más que una hipótesis entre las demás, que de ninguna manera tiene la categoría de verdad absoluta… sino más bien lo contrario. Aunque ya sé que algunos consideran a Albert Einstein como una especie de divinidad a la que nadie puede contradecir.

lunes, 1 de abril de 2013

Los datos de la sonda Planck 2013 apuntan a un universo... ¡geocéntrico!

El satélite Planck de la ESA

Ya hace algún tiempo comentábamos en este blog los tendenciosos titulares que colocan algunos directores de revistas científicas a los artículos relacionados con descubrimientos, en un intento de dirigir la conclusión de los lectores hacia la línea de su paradigma favorito, que normalmente es el del Big-Bang….cuando Marcus Chown descubrió con asombro que los datos de la sonda WMAP indicaban el alineamiento aparente de la radiación CMB y nuestra eclíptica, ¿cuál pensáis que fue el titular de su artículo en New Scientist?... quizás «La CMB aparece alineada con la Tierra». No. ¿Quizás este otro... «Aparente Correlación entre la CMB y el Sistema Solar»?. Tampoco. En realidad, Chown tituló su artículo así: «Axis of Evil Warps Cosmic Background»[1]. Otro caso, aunque se podrían poner aquí mil ejemplos más, adivinad qué escribió Edwin Hubble cuándo realizó el asombroso descubrimiento de los redshifts de las galaxias lejanas, que era tal como si todas las galaxias se alejaran de nuestra posición central del universo... quizás escribió «Podemos estar en el centro». No. O quizás más cauto dejó escrito: «podríamos estar en una posición privilegiada, aunque puede haber una explicación alternativa». Tampoco. En realidad escribió[2]: «...Tal condición podría implicar que nosotros estamos ocupando una posición única en el universo, análogo, en algún sentido, al antiguo concepto de una Tierra central ..., No se puede demostrar la falsedad de esta hipótesis, pero es rechazable y únicamente podría ser aceptada como último recurso... Así que nosotros desdeñamos esa posibilidad... llegar a la conclusión de una localización privilegiada para nuestra tierra debe ser evitada a toda costa... tal posición favorecida es intolerable... De esta manera, con la intención de restaurar la homogeneidad, y escapar del horror de una posición única... (el universo) debe ser compensado por una curvatura espacial».

Hace unos días, el 21 de Marzo pasado, ha salido otra vez a los medios de comunicación un titular cargado de este cinismo. Fue cuando la Agencia Espacial Europea  (ESA) dio a conocer los datos de la sonda espacial Planck, que desde 2009 había estado recopilando datos de la Radiación remanente Cósmica de Microondas (CMB), la noticia original decía en inglés: “Planck Reveals an Almost Perfect Universe”, o sea, “(Los datos obtenidos de) Planck revelan un casi perfecto Universo”; donde nosotros estamos remarcando la palabra “casi” que ha sido estratégicamente incluida por la ESA. Tras leer el titular de esta noticia, la mayoría de personas que no conozcan bien la historia de esta radiación CMB habrá sacado la conclusión que, por fin y de manera casi definitiva, los datos de la Planck confirman la teoría estandar del Big Bang. La realidad es bien distinta. Lo que COBE había mostrado en 1989, y la WMAP en 2001, la Planck en este 2013 no ha hecho más que confirmarlo con un grado mayor de precisión, a saber, que nuestro universo no es Copernicano, que no es perfectamente homogéneo ni isótropo, ni siquiera en el tiempo más primigenio de su más remoto comienzo. Los pixels calientes y fríos están distribuidos en el universo de una manera tal que pueden distinguirse direcciones privilegiadas, y sorprendentemente para los científicos del paradigma BigBangismo-Relativismo, estas direcciones están emparentadas con la posición central específica de la Tierra. Clamar alegremente que el universo es ‘casi’ homogéneo e isotrópico sigue la misma ilógica de aquél que iba brincando y gritando que “casi le había tocado el premio gordo de la lotería”. Los datos están ahí contradiciendo claramente aquel lema que Carl Sagan repetía incansablemente en sus lecciones adroctinadoras: “Nos encontramos en un planeta insignificante, en una humilde estrella, situada dentro de una perdida galaxia, escondida en un recóndito lugar del universo”.
El comunicado de la ESA sobre la sonda espacial Planck puede leerse en:

El Director General de la ESA, Jean-Jacques Dordain, manifiesta que:
“La extraordinaria calidad del retrato que Planck ha hecho del Universo infante nos permite retroceder a sus fundamentos más básicos, revelándonos que nuestro modelo de universo se encuentra muy lejos de estar ya completado”.
¿En qué quedamos? , pero ¿no decía el titular que “Planck revela un casi perfecto universo”?.  ¿O es que el ‘casi’ tiene aquí valor destructor como para convertir ‘perfecto’ en  ‘muy imperfecto’? Lo que verdaderamente está ocurriendo es que cuando estas agencias, tanto la NASA como la ESA, encuentran evidencias cósmicas que contradicen las predicciones de su teoría del Big Bang,  lo que hacen es cambiar la teoría paradigmática, haciendo remiendos en ella, de tal manera que así se ajuste a las observaciones. De esta forma siempre pueden decir, que los datos observados, sean los que sean, se adaptan casi perfectamente al modelo del Big Bang. Pueden incluso adelantar las manifestaciones, como hace J.J. Dordain, a los remiendos porque saben que tarde o temprano estos llegarán.

Respecto al análisis de los datos recopilados por la Planck, el famoso astrofísico profesor George Efstathiou de la Universidad de  Cambridge, miembro del equipo científico de la ESA, declara:
“ Uno de los más sorprendentes hallazgos (de la Planck) es que las fluctuaciones de temperatura de la CMB a grandes escalas angulares no concuerda con las que predice el modelo estándar –sus señales no son tan fuertes como se esperaba. Otra sorpresa es la asimetría en las temperaturas medias en los hemisferios opuestos del cielo. Esto va en contra de las predicciones hechas por el modelo estándar sobre que el Universo debería ser perfectamente similar en cualquier dirección que miremos (‘Principio de Copérnico’). Finalmente, un punto frío se extiende sobre una zona de cielo que es mucho mayor de la esperada”.
 En resumen, la homogeneidad e isotropía que necesita la teoría estándar (tanto la Relatividad como el modelo ‘Big Bang’) no aparecen por ninguna parte. La sonda Planck no ha hecho mas que confirmar la presencia en la CMB del eje bipolar (‘the axe of evil’), del cuadripolar y del octopolar que tienen connotaciones claramente geocéntricas. De hecho la asimetría y la presencia del punto frío inesperadamente grande ya se conocían desde la anterior misión de la NASA, la llamadaWMAP[3]. Se trata de lo mismo que ya Marcus Chown descubrió al analizar los datos de la sonda WMAP y que tituló así: «Axis of Evil Warps Cosmic Background». ¿Qué tienen de especial, entonces, los hallazgos de la sonda Planck del 2013?.

 NOTAS:
1.  Marcus Chown, ‘Axis of Evil Warps Cosmic Background’ New Scientist, October 22, 2005. En español "Los Ejes del Mal distorsionan la CMB".
2.   Edwin Hubble, The Observational Approach to Cosmology.
3.  Repasar la entrada del 12 de Octubre de 2010.