martes, 30 de agosto de 2011

Puntos de Lagrange y Heliocentrismo


Los llamados “Puntos de Lagrange” son cinco puntos teóricos situados geométricamente entre dos grandes masas gravitatorias, y que llegan a influir notoriamente sobre una tercera masa pequeña situada en sus inmediaciones.  En el caso de las masas Sol-Tierra estos puntos están situados en los puntos verdes del diagrama de arriba, y se denominan L1, L2, L3, L4 y L5. Físicamente corresponden a los puntos donde una pequeña masa (tal como una nave espacial) podría encontrarse en equilibrio dentro del campo de fuerzas resultante de los dos cuerpos gravitatorios y en combinación con la fuerza centrifuga de rotación de la pequeña masa.
Algunos, como el comentarista Alf Melma, han afirmado que el descubrimiento del asteroide 2010 TK7, que puede leerse en http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/07/110728_asteroide_troyano_2010tk7_orbita_tierra_jg.shtml  representa una confirmación del Heliocentrismo, y conviene aclarar que esto no es así.

lunes, 15 de agosto de 2011

Hay graves errores en el YouCat

Youcat (Catecismo joven), es el catecismo escrito especialmente para los jóvenes, fue lanzado oficialmente por el Vaticano en abril en  siete  idiomas. Con un prólogo escrito por el Papa Benedicto XVI. Se asegura que YouCat ofrece una explicación contemporánea de la fe católica y contiene preguntas y respuestas, comentarios, citas, ilustraciones y explicaciones de los términos clave y las instrucciones de uso. El libro de bolsillo se coloca dentro de la mochila de cada joven al dirigirse a la reunión del Día Mundial de la Juventud en Madrid, en estos días de agosto. Más información puede verse en: 


Desgraciadamente este Catecismo tiene graves errores, y algunas explicaciones torpes o inductivas a la confusión de los jóvenes. Un análisis pormenorizado de tales deficiencias ha sido realizada por el Doctor en Teología Robert Sungenis, y puede leerse en inglés aquí:
Estos errores y equívocos se circunscriben a los siguientes asuntos:
1. Contracepción.
2. Homosexualidad.
3. Eutanasia.
4. Masturbación.
5. Escritura.
6. La Evolución.

  Yo me limitaré al tema específico de la Evolución.
 
Evolución

 El epígrafe 42, YouCat pregunta:  
"¿Puede alguien aceptar la teoría de la Evolución y todavía creer en el Creador?”.  A lo que YouCat responde:
   Sí. Sin embargo es una clase diferente de conocimiento, la fe está abierta a los descubrimientos e hipótesis de las ciencias. Un cristiano puede aceptar la teoría de la evolución como un modelo explicativo útil, siempre y cuando no caiga en la herejía del evolucionismo, que considera al hombre como el producto fortuito de los procesos biológicos.
  Está muy bien que YouCat diga que un Cristiano debería estar “abierto a los descubrimientos e hipótesis de las ciencias”, pues la Ciencia verdadera como la Teología verdadera nunca están en conflicto. Pero el problema es el siguiente: Youcat no específica suficientemente que el dominio de la ciencia que el cristiano debe estudiar consiste en las pruebas convincentes de las que la evolución tiene muy pocas, o ninguna. En los últimos 50 años científicos cristianos han aportado al mundo una alternativa viable y convincente a la ciencia evolucionista atea, pero YouCat, así como también el Catecismo de la Iglesia Católica (ambos con el Cardenal Schönborn a la cabeza) adolecen de la falta de la más mínima mención a estos avances científicos. ¿Podría un joven YouCat conocer, aunque fuera ligeramente, alguna de estas alternativas a la evolución hoy omnipresente en todos los medios europeos de enseñanza?. Probablemente no, pues desde la más tierna infancia ha sido machaconamente adiestrado a pensar que: (a) la única ciencia disponible es la que sostiene la evolución, y (b) no hay ciencia que muestre que la evolución sea una hipótesis dudosa.


 En realidad, YouCat se aparta de sus buenas maneras para ridiculizar respuestas alternativas a la evolución, como cuando dice que los creacionistas “ingenuamente toman literalmente los datos bíblicos…” (por ejemplo, para calcular la edad de la Tierra se citan los seis días de trabajo en Génesis 1). Quizás el Cardenal Schönborn olvida  que la Pontificia Comisión Bíblica dijo en 1909, bajo el mandato del Papa S. Pío X, al ser preguntada sobre cómo interpretar los “días” del Génesis:
    Cuestión VIII:  Si en la designación y distinción de los seis días, con que da cuenta el primer capítulo del Génesis, la palabra “días” puede ser asumida bien en su propio sentido como un día natural, o en el sentido impropio de un cierto espacio de tiempo; y si con respecto a tal cuestión puede haber libre desacuerdo entre los exegetas?.
    Réplica: Es Afirmativo.
Así que lo que tenemos es que la PCB en 1909 no dice que “es ingenuo tomar los datos literalmente” con respecto a los seis días del Génesis. Lo que dice es que se puede interpretar bien literalmente como un periodo de seis días de 24 horas o como un periodo de un espacio de tiempo. El Cardenal Schönborn una vez más se encuentra muy incomodo con la Tradición de la Iglesia Católica. Al final, todos los alegatos a “no tomar la Biblia literalmente” son una pantalla de humo para aquellos que, como el Cardenal Schönborn, han aceptado ya la evolución como la posición científica indiscutible y que desean adoctrinar con ello a la juventud de hoy. De las dos opiniones de los “días” del Génesis permitidas por la PCB, la Tradición ha mantenido que nosotros deberíamos optar por la literal a menos que la ciencia (verdadera) pueda probar que la interpretación literal es imposible (San Agustín en “La Interpretación Literal del Génesis, Libro 2, Cap.9). Por si fuera poco, la Tradición Católica no ha tenido nunca problemas con la interpretación literal de la Biblia. La Iglesia incipiente aprendió esto muy pronto cuando tuvo que interpretar las palabras “Esto es mi cuerpo…” como siendo el Cuerpo y la Sangre real de Cristo, al mismo tiempo que el resto del mundo se mantuvo intentando hacer una interpretación como si fueran palabras metafóricas.



lunes, 1 de agosto de 2011

¿La Evolución es un tema opinable para los católicos?.

Hoy muchos católicos piensan que la Evolución es una cuestión abierta en la que cada uno puede tener su propia opinión, y para justificarlo citan cierta enseñanza de Pío XII en la encíclica Humani Generis de 1950, que tras repetirse y deformarse ha llegado a nuestros días con el sentido de que “la teoría de la evolución es una hipótesis seria, digna de reflexión e investigación”, o en otras palabras, que todos podemos opinar y especular sobre la evolución de los seres vivos, quedando a la par el evolucionismo con el Creacionismo especial, si es que este último no ha quedado ya definitivamente abandonado.  ¿Es esto así? Como vamos a ver aquí, la respuesta es No, rotundamente no.